15 años del femicidio de Wanda Taddei: el baterista de Callejeros preso, una Justicia considerada machista y la llegada de la verdad

La madre de dos hijos fue rociada con alcohol y prendida fuego por Eduardo Vázquez en su casa de Mataderos en febrero de 2010.

Se cumplen 15 años del femicidio de Wanda Taddei en manos del baterista de Callejeros Eduardo Vázquez en febrero de 2010 cuando el músico roció a su mujer con alcohol y la prendió fuego en su casa de Mataderos. En medio del dolor, continúa el recuerdo al tratarse de uno de los casos más trascendentales de la Argentina.

El 21 de febrero de 2010 Wanda fue prendida fuego por su esposo Vázquez en medio de una discusión. Pese a que el baterista de la banda de rock, acusado por la Masacre de Cromañón, la trasladó hasta el hospital, la víctima falleció días después por las graves quemaduras que sufrió en casi la totalidad de su cuerpo, por lo que el agresor fue detenido.

Wanda y Eduardo habían sido pareja cuando eran jóvenes, pero se separaron y cada uno rehízo su vida. Ella se casó y tuvo dos hijos, pero en 2007 volvieron a retomar el contacto y en noviembre de 2009 se casaron.

Sin embargo, tres meses después de contraer matrimonio se desató el infierno. Taddei fue asesinada de forma violenta y Vázquez una vez más llegó a juicio.

Semanas después el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 20, integrado por los jueces Pablo Gustavo Laufer, Luis Fernando Niño y Patricia Gabriela Mallo condenó de manera absurda al agresor a 18 años de prisión por el delito de homicidio calificado por el vínculo, atenuado por su comisión en estado de emoción violenta.

La justificación del Tribunal, la cual nunca se planteó en el juicio, es que Wanda “estaba llena de ira” y que el crimen ocurrió en medio de una discusión.

Aun así, la situación procesal del guitarrista cambió en 2013 cuando la Cámara Federal de Casación Penal modificó la sentencia de primera instancia, descartó la existencia de emoción violenta y agravó la pena a prisión perpetua.

El caso de Wanda se trató, lamentablemente, de uno de los casos más resonantes del país debido a la crueldad y popularidad del femicida. Durante varios años la lucha por conseguir justicia se centró en la boca de todos, y gracias a una nueva resolución la familia, amigos y una sociedad entera pudo tener respuestas.

Hasta esta fecha Eduardo continúa preso en el Complejo Penitenciario de Ezeiza, cumpliendo la pena de 35 años.