2 años sin Cecilia: el grito que no se apaga

Redacción Noticias Data

Resistencia se vistió de rosa. No fue por moda, ni por campaña, ni por espectáculo. Fue por memoria. Fue por Cecilia.

Este 2 de junio se cumplen dos años desde que Cecilia Strzyzowski desapareció, y aunque el caso ha tenido avances judiciales, el dolor —y la ausencia— siguen intactos. En las calles de la ciudad, el rosa no es solo un color: es símbolo de lucha, de pedido de justicia, de una comunidad que se niega al olvido.

En estos dos años, la causa Cecilia se convirtió en un emblema: de la violencia machista, de la impunidad política, de un sistema que muchas veces parece más interesado en protegerse a sí mismo que en defender a las víctimas. El apellido Strzyzowski pasó de ser una tragedia íntima a un nombre que interpela al Chaco entero, y por momentos, al país.

Pero más allá de los tribunales, de las declaraciones cruzadas y del peso de los apellidos involucrados, hay algo que no se puede perder de vista: a Cecilia la mataron por ser mujer, por querer romper un vínculo violento, por soñar con otra vida. Y ese crimen, por su brutalidad y por el poder que lo rodea, nos obliga a no callar.

Hoy la recordamos no solo como víctima, sino como símbolo. Porque detrás de cada pancarta, de cada marcha, de cada rosa pintada en las calles, hay un mensaje claro: «Si tocan a una, nos tocan a todas». Y porque mientras no haya justicia completa, el caso Cecilia seguirá doliendo como el primer día.

Que el rosa siga inundando nuestras plazas, nuestras redes, nuestros medios. Que la memoria no se desvanezca. Que la justicia no llegue tarde.

Cecilia somos todos. Cecilia sigue hablando. Escuchémosla.