El gobierno de Joe Biden avanza sobre una normativa que permite el rechazo de asilo de migrantes que llegan a las fronteras de Estados Unidos.
Joe Biden impulsó este jueves una ley que agiliza los procesos de rechazo de asilo de aquellos migrantes que significan un peligro en lo que refiere a la «seguridad nacional o pública» de su país. El presidente de Estados Unidos busca llevar adelante medidas para demostrar que frenará el flujo de migrantes que cruzan las fronteras sin sus correspondientes papeles.
De cara a las próximas elecciones, el mandatario busca convencer a una buena parte de los electores en un aspecto que resultó vital desde que comenzó la campaña. Incluso Donald Trump, su gran competidor, anunció una deportación masiva de migrantes en caso de retornar a Washington
ustamente, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) avanzó este jueves con una nueva regla que facilita la negación de asilo para aquellos que no les corresponda. Si bien impacta sobre una baja cantidad de personas, significa una expulsión más veloz, ya que muchas veces en la actualidad el rechazo puede tardar años.
Lo planteado por la DHS busca que la desaprobación de los pedidos de asilo se pueda resolver en solo días, siempre y cuando haya causas referidas a la seguridad nacional o terrorismo en sus antecedentes. La decisión se tomaría en las entrevistas que se hacen en primera instancia, por lo que acotaría notablemente los tiempos.
Según Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Interior, la búsqueda está en rechazar «más rápidamente a aquellas personas que presentan un riesgo de seguridad y no tienen base legal para permanecer aquí».


