El 7 de marzo de 2020 el escritor, periodista y músico Marcos Misiaszek fue asesinado en un hecho de inseguridad que a la fecha tiene a dos jóvenes de 18 y 21 años detenidos. Tras 20 meses, la familia pide mayor celeridad a la justicia para iniciar el juicio que será con un jurado popular.
Familiares, amigos y allegados de la familia Misiaszek se congregaron en la sede el INSSSEP -lugar de trabajo del padre de Marcos- para pedir que se concrete el juicio por jurados que definirá la culpabilidad de los dos detenidos, Fabricio Fernández de 18 años y Germán Ayala de 21 -a quienes se les imputa el robo de un kiosco 24 horas y el homicidio doblemente agravado por haber utilizado arma de fuego y criminis causa- para luego, en caso de hallarlos culpables, sea un juez el que dicte la condena a cumplir.
«La causa avanzó, estamos todavía en audiencias preliminares. Nosotros no somos gente de esa área así que estamos sorprendidos de cómo se desarrolla un juicio, no teníamos idea. La causa va bien, pero es muy lento. La gente de la parte oficial en realidad es funcional a un sistema, ellos trabajaban. Ese sistema es lento, entre otras cosas, también es algo para pensarlo e intentar modificar”, señaló la madre de Marcos, Marta, mientras sostenía junto a su esposo Alberto un cartel que rezaba: ‘Les dije que se lleven todo, igual me dispararon’, palabras que contó Marcos poco antes de entrar al quirófano.
“Yo me levantaba y me preguntaba ´¿Cómo yo me puedo despertar si Marcos no está?´”
Conmovida, Marta contó, “van 20 meses sin Marcos, es un proceso como dije antes que se va haciendo hasta que en algún momento va a ocupar un lugar importantísimo siempre y que uno pueda seguir viviendo”. Y entre lágrimas confesó: “Yo me levantaba y me preguntaba ´ ¿Cómo yo me puedo despertar si Marcos no está?´”
Se refirió también a los delincuentes y sin juzgarlos ni castigarlos, de forma general reflexionó: “Hay centros comunitarios, hay escuelas de oficio, hay vecinos que arreglan cosas; que puedan aprender algo y salir adelante y tener proyectos de vida porque robar y matar no es un proyecto de vida, ése es un proyecto de muerte”.
Recordó también a su hijo y en un emotivo momento lo describió, “Marcos era intenso, activo, siempre estaba haciendo algo, todo lo vivía con muchas ganas, tenía ganas de vivir, tenía proyectos: sus libros, había escrito tres y el cuarto también vamos a tratar de que salga, y su disco con la banda de rock; le gustaba el café, tenía muchos amigos, se quejaba del calor, le encantaba los domingos ir a comer asado con nosotros y comía bien, era una persona muy inteligente, muy sensible”.
20 MESES SIN MARCOS
Alberto, padre de Marcos, también dijo unas palabras y contó cómo vivieron -y viven- el proceso de duelo, junto a Marta y en pleno comienzo de pandemia, “desgraciadamente cuando sucedió el hecho, al poco tiempo comenzó la pandemia, nos encerraron a todos, o tuvimos que encerrarnos todos para no contagiarnos y tuvimos que hacer los dos solos el proceso de duelo, aún lo seguimos haciendo que decir, fue muy duro, nos peleamos, discutimos, volvimos, como una familia normal, fuimos superando de a poco, volví a trabajar, estuve un tiempo sin trabajar por el hecho, después volví, los compañeros el apoyo de ellos, el cariño, el acompañamiento, y de a poquito estamos saliendo, se va avanzando”.
Al igual que Marta, Alberto reflexionó sobre los hechos de inseguirdad, “tenés que seguir, no podés darte por vencido porque dos delincuentes procedieron mal, lo bueno sería que no vuelvan a ocurrir hechos de este tipo que la sociedad esté protegida, que el policía esté cuidando en la calle y no esté cuidándolos a ellos en una celda, en vez de estar patrullando.
“Ellos tendrían que estar detenidos en otro lado, no pueden estar en una comisaría dos años, se pueden escapar puede pasar cualquier cosa ahí; corrupción hay en todos lados, se arreglan entre ellos, pueden pagarle a un policía, salen, no digo que va a pasar, pero se ve, entonces el sistema hay que cambiarlo. Tenemos que votar bien, apoyar proyectos que modifiquen y seguir adelante nomás no nos queda otra”, concluyó el padre de Marcos.