El próximo 28 de octubre comenzará en Chaco el juicio por jurados por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, la joven de 28 años desaparecida el 2 de junio de 2023 tras ingresar a la casa de la familia Sena en Resistencia. Su caso conmocionó al país y expuso a una poderosa estructura política y social, liderada por Emerenciano Sena y Marcela Acuña, quienes llegarán al debate acusados de ser partícipes primarios del crimen junto a su hijo César.
Un proceso cargado de pruebas
El Equipo Fiscal Especial, integrado por Martín Bogado, Jorge Cáceres Olivera y Nelia Yael Velázquez, reunió 394 elementos probatorios que, según la acusación, permiten reconstruir el engaño, el asesinato y el intento de borrar rastros.
Entre las pruebas más relevantes se destacan:
- Rastros de sangre en un colchón y muebles de la casa familiar.
- Pertenencias calcinadas de Cecilia, como una valija, un dije en forma de cruz, restos de su billetera y hasta el anillo de compromiso.
- Grabaciones de cámaras de seguridad, que muestran a la joven ingresando al domicilio y luego a César y a su colaborador José Gustavo Obregón cargando un bulto en una camioneta.
- Peritajes digitales, incluidas búsquedas en internet de César sobre métodos de estrangulamiento y preguntas sobre la muerte violenta, realizadas horas antes del crimen.
- Testimonios de empleados y colaboradores de los Sena, que describieron el traslado de un cuerpo y la incineración en el predio conocido como Campo Rossi.
Si bien el cuerpo de Cecilia nunca pudo ser identificado, el Instituto de Medicina Forense de Córdoba determinó que los restos dentarios hallados estaban “calcinados y carbonizados” y correspondían a un único individuo.
La acusación contra los Sena
La fiscalía sostiene que César Sena asesinó a su esposa estrangulándola tras una discusión, con la complicidad de sus padres. Marcela Acuña, de acuerdo con los mensajes incorporados al expediente, habría ordenado la limpieza de la casa y la eliminación de evidencias. Emerenciano, en tanto, instó a los empleados a encubrir el hecho y a proteger a su hijo.
La acusación considera que el clan planificó el crimen bajo la excusa de un supuesto viaje a Ushuaia, donde le habían prometido a Cecilia una nueva vida.
Los tres están imputados por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haberse cometido en contexto de violencia de género”.
Una red de encubridores
Además de la familia, la causa involucra a empleados y allegados. Fabiana González fue convocada para limpiar la escena; José Gustavo Obregón ayudó en el traslado y eliminación de restos; mientras que Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, cuidadores del campo, mantuvieron el fuego encendido durante horas para incinerar el cuerpo.
Los fiscales sostienen que los encubridores actuaron en bloque, bajo presión y amenazas, para garantizar el silencio y proteger a los Sena.
La voz de Gloria Romero
La madre de Cecilia, Gloria Romero, será testigo clave en el juicio. “Por un lado quisiera verlos a la cara a estos asesinos, y, por otro, sé que me va a destruir. Es horrible, es revivir todo, pero quiero mirarlos cuando llegue la sentencia”, expresó.
También se refirió al trasfondo político del caso: “Nunca tuve apoyo de nadie ni recibí beneficios. Creo que la única forma que tiene Capitanich de limpiar su nombre es que los condenen”.
Gloria denunció que debió mudarse a la Patagonia tras recibir amenazas y sentenció: “Mi deseo es que haya justicia y una condena ejemplar. Tienen que tener perpetua, y los encubridores, la pena máxima”.
Expectativa y polémica
Mientras la defensa intenta excluir pruebas clave, como tres videos que muestran los últimos momentos de Cecilia y el traslado del cuerpo, la jueza Dolly Fernández deberá resolver si se incorporan al debate.
El juicio promete ser uno de los más importantes de los últimos años en Chaco, no solo por la gravedad del crimen sino también por la influencia política del clan Sena y las implicancias que el fallo pueda tener en la provincia.