El 13 de mayo de 2015, el fútbol argentino se tiñó de luto tras la muerte del joven Emanuel Ortega, futbolista de 21 años que sufrió un accidente evitable en pleno partido. A una década de aquel fatídico día, la promesa de cambios estructurales en la infraestructura de los estadios sigue sin cumplirse y deja en evidencia una alarmante desidia.
Ortega, oriundo de Jujuy y jugador de Banfield a préstamo en San Martín de Burzaco, golpeó su cabeza contra el paredón que separaba la cancha de la tribuna tras disputar una pelota cerca de la línea lateral. El hecho ocurrió el 3 de mayo de 2015 en el estadio Francisco Boga, en un partido frente a Juventud Unida. Aunque fue asistido de inmediato y trasladado al hospital, no logró recuperarse. Once días después, falleció producto de un paro cardíaco tras una cirugía para descomprimir su cráneo.

La conmoción fue inmediata y profunda. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) suspendió la fecha en todas las categorías, en lo que parecía ser el inicio de un cambio profundo en las condiciones de seguridad. Sin embargo, el impulso duró poco.

Una promesa de protección que se desvaneció
Tras la tragedia, la AFA recomendó la colocación de colchonetas de protección en las canchas del fútbol profesional y del ascenso. Pero nunca reglamentó esta medida, lo que la dejó librada a la voluntad de cada club. En la práctica, se respetó durante un corto tiempo y luego fue desapareciendo casi por completo.
Hoy, a 10 años de la muerte de Emanuel Ortega, la realidad es preocupante: de los 169 clubes que participan en todas las categorías profesionales y semi-amateurs del fútbol argentino, solo 31 tienen colchonetas en sus muros. Casi el 60% de las instituciones no cumple con lo mínimo necesario para garantizar la integridad física de los jugadores.
Un relevamiento realizado por TN reveló que 98 clubes necesitan las protecciones por la cercanía entre las líneas del campo y los alambrados o muros, pero no las tienen. Otros 40 no lo necesitan por las características de sus estadios. Solo el 18% de los clubes cumple con los requisitos de seguridad.
Incluso en la Primera División, donde los recursos son mayores, el cumplimiento es mínimo. Solo dos equipos —Instituto de Córdoba y San Martín de San Juan— colocaron colchonetas en las bases de sus tribunas. La distancia con el campo hace que solo uno de ellos lo necesite realmente.
Silencio institucional
Consultado por TN, Dante Majori, presidente de la Comisión de Estadios de AFA y del club Yupanqui (que tampoco cuenta con protecciones), no respondió a las preguntas. Este silencio institucional es reflejo de una problemática profunda: la seguridad de los jugadores parece no estar en el centro de las prioridades.
Un recuerdo que duele
El caso Emanuel Ortega marcó un antes y un después en la conciencia del fútbol argentino. Fue una advertencia clara de lo que podía pasar cuando las condiciones básicas no se cumplen. Pero diez años después, esa lección no se tradujo en acciones concretas.
El recuerdo del joven que dejó la vida en una cancha debe servir para exigir que el fútbol sea un espacio de pasión, competencia y comunidad, pero también de responsabilidad y cuidado. La muerte de Emanuel no puede ser en vano.