La menor fue vista por última vez en San Luis y, por el momento, no hay indicios de su paradero. Pistas falsas, hallazgos con resultado negativo y un pedido desesperado que no culmina.
Se cumple un año de la desaparición de Guadalupe Lucero, la menor de 6 años que desde el 14 de junio de 2021 falta de su hogar en San Luis. Fue vista por última vez en la casa de una de sus tías cuando festejaban un cumpleaños y desde ese momento nadie sabe de su paradero y tampoco hay indicios para poner un punto de partida para su búsqueda.
Desde su desaparición la madre de Guadalupe recibió diversas pistas falsas sobre el paradero de su hija y a su vez la justicia no hizo bien su trabajo. Al principio la causa recayó sobre el fuero provincial, pero meses después pasó al federal ya que descubrieron ciertas irregularidades en el transcurso de la misma.
Esa tarde del 14 de junio de 2021 nadie esperaba que el cumpleaños familiar terminara en una búsqueda desesperada y llena de confusiones desde hace un año. La última vez que fue vista, Guadalupe jugaba con sus primos en la puerta de la casa cuando de repente se “esfumó”. Según el relato de uno de los menores que se encontraba allí, Lucero “se fue”.
Tras la denuncia inmediata de su madre comenzó una búsqueda que todavía sigue latente. Durante todo este tiempo se realizaron más de 400 allanamientos con resultado negativo y tampoco hay pistas concluyentes que ayuden a resolver el caso. Desde la justicia se barajaron varias hipótesis: trata de personas, un accidente en la vía pública y ajuste cuentas, pero nada determina y da como resolución dónde puede estar la menor.
Como era de esperarse la familia de Guadalupe recibió diversas pistas falsas en las cuales muchas la localizaban en distintas provincias del país. La movilización de efectivos y de la propia familia fueron en vano ya que en ninguno de los casos se halló algún dato alentador de su paradero.
La última novedad en torno a la causa fue a fines de abril cuando se realizó un rastrillaje en el descampado que se encuentra próximo de donde desapareció. Allí se localizó una calza pequeña rajada, unas botitas número 30 y restos óseos quemados que sin dudas movilizó a todo el país ya que eran pistas muy relevantes.
Pese al hallazgo la madre no reconoció las prendas y la justicia determinó que los restos óseos pertenecían a animales: «Recién salgo de la Fiscalía Federal para reconocer la prensa que encontraron en el rastrillaje del día martes, dicha prenda era una calza y no pertenece a Guadalupe. No es la calza que llevaba al momento de la desaparición, gracias a Dios. ¡Un alivio para la familia!», expresó su madre en redes sociales.
Actualmente se volvieron a tomar testimonios y se realizaron Cámara Gesell con los niños que estaban aquella noche con Guadalupe. Con respeto a Eric, papá de la menor, solicitó ser querellante, pero por el momento la justicia no respondió a dicho pedido.
Para seguir reclamando justicia, la familia de la menor realizará una marcha este martes a las 17hs en Bolívar casi Colón, San Luis, donde a su vez se realizará un mural en su honor: “A un año de la desaparición de Guadalupe, convoco a reunión para organizarnos para marchar. Guadalupe nos necesita en las calles reclamando por su aparición con vida”, escribió Yamila Cialone, mamá de Guadalupe.
Ante cualquier información de su paradero o alguna pista concluyente para la búsqueda comunicarse con el: 134 del Ministerio de Seguridad de la Nación.
La noche que desapareció Guadalupe vestía un buzo de color rosa con la inscripción «Love», campera negra con capucha, botas negras y calzas negras. Tiene una contextura delgada, mide 1,10 metros de altura, tiene pelo lacio largo negro, ojos marrones oscuros, tez trigueña y con un lunar de color oscuro en la parte izquierda del rostro.