Editorial Noticias Data
Este 13 de junio se cumple un año de la desaparición de Loan Peña, el niño de tan solo cinco años que fue visto por última vez en el paraje rural Algarrobal, en la provincia de Corrientes. A pesar del paso del tiempo, de los rastrillajes, las pericias, las hipótesis y el dolor público, Loan sigue sin aparecer.
El caso conmovió al país entero desde el primer momento. Loan había salido junto a familiares y conocidos a recolectar naranjas. A partir de allí, todo fue confusión, versiones cruzadas y un operativo de búsqueda que, si bien fue intenso, no arrojó resultados concretos.
La causa tuvo idas y vueltas: desde la sospecha de un extravío en la espesura del monte, hasta la posibilidad —nunca descartada— de un secuestro vinculado a redes de trata o tráfico de menores. Con el correr de los meses, hubo detenciones, liberaciones, declaraciones contradictorias, y una sensación creciente de impotencia e incertidumbre.
Hoy, 365 días después, Loan sigue desaparecido y su familia aún espera respuestas. La sociedad reclama justicia, verdad y una investigación que no cese, pese al desgaste mediático o la falta de avances concretos.
El caso de Loan es, también, el reflejo de una deuda más profunda: la protección real de la infancia en contextos vulnerables, la necesidad de protocolos eficaces y la urgencia de que el Estado —en todos sus niveles— actúe con celeridad, transparencia y firmeza ante hechos tan graves.
Mientras tanto, la pregunta sigue siendo la misma desde aquel 13 de junio de 2024:
¿Dónde está Loan?