El presidente Alberto Fernández afirmó que en la Argentina persisten «dos modelos en pugna», convocó a la militancia a realizar el «máximo esfuerzo» para explicar a la ciudadanía lo que está en juego en las próximas elecciones legislativas ya que, advirtió, la oposición propone «volver al peor de los pasados» y «los más conservadores, son los que más cuidan a los poderosos».
En una entrevista exclusiva con Télam, el Presidente repasó también las políticas para controlar los precios y fijó los objetivos de los próximos dos años de gestión. «Tenemos que encarar el tema de la corrección de los precios con decisión, y pararnos activa y firmemente frente a los formadores de precios. En los últimos años se consolidaron grandes monopolios en materia de producción alimenticia. Y hay que ponerles límites», afirmó Fernández en diálogo con la agencia pública.
¿Cómo imagina que hubieran sido estos dos años de gobierno sin la pandemia, para intentar hacer una proyección sobre los dos años que vienen?
Creo que la Argentina entró en un período de crecimiento muy vertiginoso y rápido, que vamos a tener un proceso de inversiones muy vertiginoso y que tenemos que pelear mucho contra los agoreros que muestran un futuro negro. Una de las cosas que se advierten, y es difícil de explicar, es que uno va a discutir con los acreedores de Argentina y se encuentra que hay acciones explícitas de argentinos jugando en contra de su propio país. Eso es muy impactante y es raro de ver, pero pasa. Los vemos con nombre y apellido, vemos sus trabajos en inglés hechos para los acreedores. Siento que la Argentina debe recuperar la economía del modo vertiginoso en el que lo estamos haciendo. Quiero que los dos años que vienen recuperemos lo que no pudimos hacer en este tiempo de pandemia. Y de verdad también quiero que terminemos con los debates estériles. La Argentina está llena de debates estériles. A veces escuchás y te preguntás: qué están discutiendo estos tipos, por qué discuten estas cosas. Sabiendo, además, que en la pandemia hicimos un montón de cosas. Hicimos cosas socialmente muy importantes, desde hacer que los jubilados no paguen más sus remedios a hacer que sus ingresos estén peleándole y ganándole a la inflación. Hicimos que los trabajadores dejen de pagar Impuesto a las Ganancias. En el medio, arreglamos con los acreedores privados una deuda de 100 mil millones de dólares. Todavía estamos negociando con el Fondo Monetario Internacional. Se hicieron muchísimas cosas. Como sociedad deberíamos estar muy tranquilos frente a los logros y las perspectivas. En materia de ampliar derechos seguimos avanzando. Y en materia de género, avanzamos muchísimo. Y no nos detuvo la pandemia.
¿Qué mensaje le daría a aquellos votantes del Frente de Todos en 2019 que, por distintas razones o frustraciones, no fueron a votar a las PASO o cambiaron su voto?
Después del resultado electoral, lo que más me preocupó fue escuchar a la gente. Dejé de leer los diarios y escuchar las radios, y me ocupé de escuchar a la gente. Alguna vez Macrón me había contado que después del fenómeno de los chalecos amarillos (Nota de la R: movimiento social que comenzó en 2018 en Francia y luego se extendió a otros países europeos), él decidió salir a hablar con la gente para tratar de entender por qué se le había generado semejante explosión social. Me contó que iba a reuniones a escuchar y a tomar nota. La verdad es que me costó mucho entender el resultado electoral. Porque puedo entender el malestar de la gente, lo que me cuesta comprender es por qué algunos sectores entienden que la causa de ese malestar ha sido el gobierno. También siento, porque lo ví en las reuniones que tuve, que muchas madres la pasaron muy mal y la verdad es que ahí siento un poco de culpa. Casi que tengo ganas de disculparme con ellas y decirles: ́cómo no me di cuenta, ustedes fueron fenomenales en lo que hicieron y no me di cuenta´.
Ahora, lo que hay que tener presente es que hay dos modelos que siguen en pugna sobre qué país queremos construir. Porque en 2019 se votó en un sentido y ese sentido no se ha alterado. Nosotros seguimos en el mismo sentido: en una Argentina que piense en la inversión, el trabajo y en las exportaciones; en una Argentina que recupere la educación y la salud públicas; en una Argentina que todos los días amplíe derechos; en una Argentina integrada al mundo desde su soberanía y su identidad, no corriendo detrás del poderoso de turno. Y a mí me parece que el malestar y el enojo de la pandemia a muchos les hizo ver que la salida estaba por otro lado. Inclusive, que la salida era volver al pasado.