La mujer era víctima de violencia de género. Fue acusada de mentir al FBI y de defraudar 30.000 dólares de dinero público que le fue concedido por una junta de compensación a víctimas.
Una mujer decidió fingir su secuestro para escapar de su familia y así pasar tiempo con su ex pareja. Ahora se enfrenta a cargos por mentir al FBI y de defraudar 30.000 dólares de dinero público que le fue concedido por una junta de compensación a víctimas, por lo que podría pasar 20 años en prisión.
El 2 de noviembre de 2016, Sherri Papini, de 39 años, fue reportada como desaparecida. Luego de tres semanas de búsqueda fue hallada al costado de una ruta con las manos atadas y la nariz rota.
La mujer, madre de dos hijos, declaró a la Policía que fue secuestrada a punta de pistola por dos mujeres hispanas, e incluso proporcionó a un retratista del FBI todos los detalles de las supuestas secuestradoras.
La versión no convenció al equipo, dieron con que el ADN hallado en la ropa de Papini era el de su exnovio y en 2020 la citaron a la justicia para declarar al respecto.
«En última instancia, la investigación reveló que no hubo secuestro y que se desperdiciaron un tiempo y recursos que podrían haberse utilizado para investigar un crimen real, proteger a la comunidad y proporcionar recursos a las víctimas», afirmó el fiscal federal Phillip Talbert en un comunicado, agregando que Papini se hizo daño a sí misma para respaldar su testimonio.
ERA VÍCTIMA DE VIOLENCIA DE GÉNERO
La mujer le había revelado a su ex que era víctima de violencia de género y por eso escapaba, explicó el propio involucrado a los investigadores.
«Papini le dijo que su esposo la estaba golpeando y violando y que ella estaba tratando de escapar», de acuerdo con la denuncia, en la que se señala que la mujer reportó ningún caso de violencia doméstica.