Fue el segundo juicio que se inició para establecer la autoría intelectual del crimen de la niña de once años. Ya hubo dos condenas a perpetua contra los asesinos y otra de menor pena. La teoría detrás del secuestro es que fue un crimen por una vendetta entre bandas del narcotráfico en San Martín.
El Tribunal Oral número 6 de Morón absolvió a Miguel Ángel “Mameluco” Villalba y otros tres acusados de ser los autores intelectuales por el secuestro y muerte de la niña Candela Sol Rodríguez, ocurrido en 2011 cuando tenía apenas 11 años de edad.
Se trata del segundo juicio en el caso puesto que en el primer juicio hubo dos condenas a prisión perpetua por la autoría material del crimen y una tercera, a cuatro años, por la participación secundaria en el secuestro.
Candela Sol Rodríguez fue secuestrada el 22 de agosto de 2011, en la esquina de la casa en la que vivía, en Villa Tesei, partido bonaerense de Hurlingham, cuando iba a reunirse con un grupo de amiguitas.
Absuelven a “Mameluco” Villalba por el secuestro y muerte de Candela Sol Rodríguez en 2011
Su muerte, según se determinó en el primer juicio, ocurrió en la transición del 29 al 30 de agosto en el segundo lugar en el que estuvo cautiva, a manos de los dos condenados a perpetua, Hugo Bermúdez y Leonardo Jara.
El cadáver fue hallado en un descampado cercano a la Autopista del Oeste, a la altura de Hurlingham, en un operativo del que participó el entonces gobernador bonaerense Daniel Scioli.
El cuerpo presentaba signos de abuso sexual.
Junto con “Mameluco” Villalba, alojado en el penal de Ezeiza por otra condena por narcotráfico, también fueron absueltos el ex policía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta; el informante de las fuerzas de seguridad Héctor Horacio “Topo” Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, todos en calidad de “coautores”.
El ex narcotraficante de la localidad de San Martín ya había declarado como testigo en el primer juicio por la muerte de Candela, en 2017, y que terminó con tres condenados: Hugo Bermúdez y Fabián Gómez, ambos a perpetua, y Leonardo Jara, sentenciado a cuatro años.
La sospecha que había sobre Villalba es que habría ordenado el crimen de la nena en venganza contra el padre de la nena, Alfredo “Juancho” Rodríguez.
Según «Juancho», un compañero de la cárcel le había comentado que «El Topo”, otro de los juzgados ahora, andaba diciendo que él sobrevolaba las villas de San Martín con un helicóptero de la Policía Federal, marcando gente vinculada al narcotráfico algo que perjudicaba los planes de Villalba.