El crimen sucedió este viernes por la noche en barrio Ludueña, donde horas antes hubo una marcha contra la violencia. Casi a la misma hora, en el sur de la ciudad, hubo otro homicidio.
Apenas un par de horas después de la marcha de vecinos de Ludueña en Rosario contra el aumento de la violencia y los homicidios, este viernes a la noche se registró otro crimen en la zona. Un joven fue ejecutado y cuando su cuerpo fue hallado por los policías vieron que estaba atado de manos. Casi a la misma hora hubo otro asesinato en el sur de la ciudad.
La muerte de Alan Agustín Toledo Ferrari (19) le dio un nuevo golpe a uno de los barrios más expuestos a los balazos y las disputas vinculadas al narcomenudeo. Según fuentes oficiales, los vecinos encontraron el cuerpo pasadas las 20 en Tucumán y Matienzo. La policía secuestró nueve vainas servidas tras la huida de los agresores.
A unas quince cuadras de allí, durante la tarde de este viernes se había organizado una protesta por la falta de seguridad en Ludueña. El encuentro se llevó a cabo en la plaza de Magallanes y Vélez Sarsfield, donde el sábado anterior mataron a un muchacho de 30 años que estaba vendiendo empanadas junto a sus amigos para pagar el viaje a un torneo de fútbol en Derqui.
El asesinato de Esteban Cuenca fue el tercero registrado en un radio de menos de 500 metros durante tres días. El fiscal Adrián Spelta confirmó que a «Chuchu» lo mataron por error mientras los tiradores perseguían a un adolescente que vende drogas. Luego advirtió que existen serios indicios de una conexión entre los casos con la batalla por el negocio narco como telón de fondo.
En esta oportunidad, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) reportó que a Toledo Ferrari lo mataron en la calle. De acuerdo a la versión preliminar, los delincuentes abrieron fuego desde adentro de un auto y escaparon.
Toledo quedó tendido en la calle. Tenía las manos atadas con precintos, golpes en el cuerpo y lo habían baleado varias veces en la cabeza.
Casi a la misma hora, la Fiscalía Regional de Rosario recibió aviso sobre un segundo homicidio en el extremo sur de la ciudad. En este caso, un muchacho fue acribillado en la puerta de su casa y murió poco después del ataque.
El crimen se registró cerca de las 20 sobre Avenida Nuestra Señora del Rosario al 400 bis. En primera instancia, los investigadores establecieron que Alejandro Gabriel Ramua entró herido a la vivienda, pero no lograron identificar a la persona que le disparó.
Al margen de otras medidas bajo reserva para esclarecer el episodio, el fiscal Ademar Bianchini pidió el peritaje de vainas servidas que se hallaron cerca de la casa de la víctima. También esperaba el resultado de la autopsia a cargo del Instituto Médico Legal (IML).
A partir del crimen de Tucumán y Matienzo, ya son 41 los crímenes registrados este año en el área de mayor concentración de homicidios en el departamento Rosario. Ese radio de casi 20 cuadras abarca Ludueña y otros barrios vecinos como Empalme Graneros, Industrial, Larrea y Los Pumitas.
La cantidad de casos en ese sector entre el oeste y el noroeste de la ciudad representa más del 23% del total de muertes reportadas en lo que va de 2022. Hasta el momento se confirmaron al menos 176 víctimas. Entre enero y julio se sumaron 163 casos, un 24 % más en la comparación interanual.
En el inicio de agosto, la tendencia al aumento se mantuvo y se registró un crimen cada 24 horas en los primeros 13 días del mes. En este contexto se terminó el ciclo del segundo ministro de Seguridad de Santa Fe desde el inicio de la gestión del gobernador Omar Perotti. Jorge Lagna presentó la renuncia después de un año y medio sin cambios positivos en lo que respecta a los indicadores de violencia.
El reordenamiento para afrontar la crisis en Rosario continuó con la asunción de Rubén Rimoldi (61). Así como recurrió a un comisario general retirado para que conduzca la cartera provincial, el gobernador convocó como director general de la policía a Miguel Ángel Oliva, otro policía de la misma generación que había dejado de prestar servicios.