La madre de dos hijos con autismo apuntó contra el sistema burocrático judicial y se quejó de la actitud de la jueza Laura Beatriz Varela, del Juzgado N°5. «Con una madre como usted, cómo no quiere que sus hijos sean nerviosos», habría lanzado la magistrada.
Luciana Magrini, madre de dos hijos mayores con autismo se quejó del sistema burocrático judicial y de la actitud de destrato y falta de empatía de una jueza de Resistencia durante una audiencia presencial para conseguir el certificado de discapacidad de sus hijos.
Se trata de la jueza Laura Beatriz Varela, del Juzgado N°5. En el inicio del video, Magrini habló hacia sus seguidores y contó la situación que vive con ambos de sus hijos: Marcelo, de 28 años y Lucas, de 22.
«Los que me conocen saben que tengo dos hijos con autismo. Marcelo, de 28 años que es muy agresivo para con él y para conmigo, sabemos que cada vez que entra en crisis, la bolsa de box con la que se descarga son mis brazos y mi espalda; Lucas también tiene sus complicaciones», explicó.
Las características descriptas por Magrini resultan claves para entender el malestar sentido cuando, luego de tres años de burocracia para conseguir los papeles de discapacidad para sus hijos y, a pesar de los informes profesionales y especializados donde se advirtió sobre la personalidad de Marcelo y Luca, fue citada junto a ambos a una audiencia presencial en el juzgado de Varela.
«Mis hijos tuvieron dos audiencias virtuales en la que estuvo un gabinete técnico especializado los cuales elevan sus informes. Vieron que mis hijos tenían su patología y la evaluaron. En la foja de mis hijos están los certificados de discapacidad entonces saben que los chicos se ponen nerviosos cuando tienen que ir. Me quieren decir por qué carajos citan a dos jóvenes con autismo, que no pueden estar encerrados en lugares que no conocían, sabiendo la situación «, se quejó
A pesar del malestar generado al saber que sus hijos adoptarían una actitud de nerviosismo, Magrini y su familia se dirigieron hasta el juzgado. Según relató, su abogada ya había advertido que uno de sus hijos, Marcelo, estaba muy nervioso y que se pondría violento. Pero nada de ello habría importado.
Incluso, una secretaria del juzgado habría dicho que «deje a los chicos abajo y suba la mamá sola».
«Llego al primer piso y me hicieron esperar. Veían que Marcelo saltaba atrás y que Luca estaba nervioso, y no fueron capaz de decir ‘señora qué necesita’. Cuando me atienden, yo les digo que sólo puedo esperar cinco minutos porque esto se torna violento después», les advirtió Magrini.
Ante las solicitudes de que se agilice el procedimiento, la jueza Varela -según relató la mujer- salió del despacho y les pidió que pasen.
Sin embargo, para ese momento la situación de sus hijos ya había escalado tal cual como se había advertido.Uno de los hijos de Magrini ya había comenzado a violentar a su madre y fue entonces cuando la mujer le hizo saber a la jueza su malestar por la situación que estaba ocurriendo.
La respuesta de la jueza habría sido un «yo no tengo la culpa», a lo que Magrini alegó responder que esperan el avance de la situación hace tres años. «Yo soy consciente de que no lo dije en un tono amigable, pero estaba nerviosa por el contexto en el que estaban mis hijos», reconoció.
Ante la queja de Magrini, la jueza cerró su carpeta e intentó dar por finalizada la audiencia -reza en el video-.
«Me senté y le dije ‘usted no va a dar por finalizada nada, porque hizo venir a mis hijos’. Me gritó, y no me dejaba hablar. A esa señora le quiero decir que tiene que ser un poco más empática. Cuando usted ve que tiene una mamá sola con dos hijos con discapacidad, y uno es agresivo…señora usted no se tomó cinco minutos para leer el legajo», manifestó Magrini.
Además, la magistrada le habría lanzado a la madre un fuerte comentario: «También me dijo, ‘con una madre como usted, cómo quiere que sus hijos no sean nerviosos'».
Por el episodio la mujer lamentó la burocracia del sistema judicial y la falta de empatía que admitió haber sentido. «Le dije -a la jueza- muy claramente que no era con usted el problema sino con el sistema, y que si las personas no se quejan de un sistema que no funciona…las cosas no van a cambiar. Me miró burlonamente, diciéndome que ‘aunque usted se queje, las cosas no van a cambiar'».
En el final del relato, la mujer recordó que «transita la discapacidad» hace «28 años». «Tengo dos hijos con discapacidad y no trabajo solamente por mis hijos. Los que me conocen saben que estoy siempre trabajando por la discapacidad en general», se sinceró Magrini, creadora de la Fundación Rompecabezas, una organización dedicada especialmente a la atención de personas con autismo.
Por último, reflexionó: «Me puede decir que soy una maleducada. Y si, quizás lo soy; pero más maleducado es el sistema…mis hijos no se pueden defender, pero me tienen a mí. Mis hijos son lo que son porque tienen una mamá que no los deja caer. Si una mamá es maleducada por defender los derechos de sus hijos, que vivan los maleducados».
La madre de dos hijos con autismo apuntó contra el sistema burocrático judicial y se quejó de la actitud de la jueza Laura Beatriz Varela, del Juzgado N°5. «Con una madre como usted, cómo no quiere que sus hijos sean nerviosos», habría lanzado la magistrada.
Luciana Magrini, madre de dos hijos mayores con autismo se quejó del sistema burocrático judicial y de la actitud de destrato y falta de empatía de una jueza de Resistencia durante una audiencia presencial para conseguir el certificado de discapacidad de sus hijos.
Se trata de la jueza Laura Beatriz Varela, del Juzgado N°5. En el inicio del video, Magrini habló hacia sus seguidores y contó la situación que vive con ambos de sus hijos: Marcelo, de 28 años y Lucas, de 22.
«Los que me conocen saben que tengo dos hijos con autismo. Marcelo, de 28 años que es muy agresivo para con él y para conmigo, sabemos que cada vez que entra en crisis, la bolsa de box con la que se descarga son mis brazos y mi espalda; Lucas también tiene sus complicaciones», explicó.
Las características descriptas por Magrini resultan claves para entender el malestar sentido cuando, luego de tres años de burocracia para conseguir los papeles de discapacidad para sus hijos y, a pesar de los informes profesionales y especializados donde se advirtió sobre la personalidad de Marcelo y Luca, fue citada junto a ambos a una audiencia presencial en el juzgado de Varela.
«Mis hijos tuvieron dos audiencias virtuales en la que estuvo un gabinete técnico especializado los cuales elevan sus informes. Vieron que mis hijos tenían su patología y la evaluaron. En la foja de mis hijos están los certificados de discapacidad entonces saben que los chicos se ponen nerviosos cuando tienen que ir. Me quieren decir por qué carajos citan a dos jóvenes con autismo, que no pueden estar encerrados en lugares que no conocían, sabiendo la situación «, se quejó
A pesar del malestar generado al saber que sus hijos adoptarían una actitud de nerviosismo, Magrini y su familia se dirigieron hasta el juzgado. Según relató, su abogada ya había advertido que uno de sus hijos, Marcelo, estaba muy nervioso y que se pondría violento. Pero nada de ello habría importado.
Incluso, una secretaria del juzgado habría dicho que «deje a los chicos abajo y suba la mamá sola».
«Llego al primer piso y me hicieron esperar. Veían que Marcelo saltaba atrás y que Luca estaba nervioso, y no fueron capaz de decir ‘señora qué necesita’. Cuando me atienden, yo les digo que sólo puedo esperar cinco minutos porque esto se torna violento después», les advirtió Magrini.
Ante las solicitudes de que se agilice el procedimiento, la jueza Varela -según relató la mujer- salió del despacho y les pidió que pasen.
Sin embargo, para ese momento la situación de sus hijos ya había escalado tal cual como se había advertido.Uno de los hijos de Magrini ya había comenzado a violentar a su madre y fue entonces cuando la mujer le hizo saber a la jueza su malestar por la situación que estaba ocurriendo.
La respuesta de la jueza habría sido un «yo no tengo la culpa», a lo que Magrini alegó responder que esperan el avance de la situación hace tres años. «Yo soy consciente de que no lo dije en un tono amigable, pero estaba nerviosa por el contexto en el que estaban mis hijos», reconoció.
Ante la queja de Magrini, la jueza cerró su carpeta e intentó dar por finalizada la audiencia -reza en el video-.
«Me senté y le dije ‘usted no va a dar por finalizada nada, porque hizo venir a mis hijos’. Me gritó, y no me dejaba hablar. A esa señora le quiero decir que tiene que ser un poco más empática. Cuando usted ve que tiene una mamá sola con dos hijos con discapacidad, y uno es agresivo…señora usted no se tomó cinco minutos para leer el legajo», manifestó Magrini.
Además, la magistrada le habría lanzado a la madre un fuerte comentario: «También me dijo, ‘con una madre como usted, cómo quiere que sus hijos no sean nerviosos'».
Por el episodio la mujer lamentó la burocracia del sistema judicial y la falta de empatía que admitió haber sentido. «Le dije -a la jueza- muy claramente que no era con usted el problema sino con el sistema, y que si las personas no se quejan de un sistema que no funciona…las cosas no van a cambiar. Me miró burlonamente, diciéndome que ‘aunque usted se queje, las cosas no van a cambiar'».
En el final del relato, la mujer recordó que «transita la discapacidad» hace «28 años». «Tengo dos hijos con discapacidad y no trabajo solamente por mis hijos. Los que me conocen saben que estoy siempre trabajando por la discapacidad en general», se sinceró Magrini, creadora de la Fundación Rompecabezas, una organización dedicada especialmente a la atención de personas con autismo.
Por último, reflexionó: «Me puede decir que soy una maleducada. Y si, quizás lo soy; pero más maleducado es el sistema…mis hijos no se pueden defender, pero me tienen a mí. Mis hijos son lo que son porque tienen una mamá que no los deja caer. Si una mamá es maleducada por defender los derechos de sus hijos, que vivan los maleducados».