En 2025 la inflación va a desacelerar muy fuerte y eso lo va a notar el público en la calle. Se estima que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) subirá entre enero y diciembre un 118,8%. Desde ese nivel bajaría en los siguientes 12 meses a un 28,1%.
Las previsiones para la inflación del año próximo corresponden al último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), que elabora el Banco Central (BCRA). Estos números están por encima del 18,3% que el ministro de Economía, Luis Caputo, puso en el proyecto de Presupuesto 2025, que no va a ser aprobado por el Congreso.
Los economistas de Libertad y Progreso (LyP) consideran que ya con la sola eliminación del Impuesto PAIS, que encarecía todos los precios de la economía al gravar la venta de dólares para la importación de bienes y servicios, se va a notar fuerte la desaceleración en los primeros meses del año próximo por comparación con este.
Es de recordar que en enero pasado el IPC saltó al 20%, luego del 25% de diciembre producto de la devaluación del peso. En febrero desaceleró al 13,2%, marzo fue de 11%; en abril 8,8%; en mayo, 4,2%; en junio, 4,6%; en julio, 4%; en agosto, 4,2%; en septiembre, 3,5%; en octubre, 2,7%, en noviembre, 2,4% y en diciembre se estima que estaría en 2,6%.
Luis Caputo: Teníamos enorme confianza en el programa
Al respecto, en una reciente entrevista concedida a un youtuber libertario, Caputo admitió que aún, con el brutal ajuste fiscal que practicó en los primeros meses del Gobierno, igualmente podría haber fracasado la estrategia. Aseguró que al asumir “el riesgo de hiperinflación era inminente”. “En Argentina todos los cables estaban pelados y además entrecruzados. Me refiero al entramado de política fiscal, monetaria y financiera, que si le errabas a algo explotaba todo”, señaló el titular del Palacio de Hacienda.
El funcionario sostuvo que, aún con la implementación del fuerte ajuste fiscal de los primeros meses del 2024, si el BCRA no hubiera aplicado su política monetaria consistente en retirar pesos del mercado “la Argentina se hubiera ido a la hiperinflación igual”.
“Si hubiéramos seguido el consejo del 90% de los economistas de poner una tasa real positiva en un contexto inflacionario, eso hubiera implicado imprimir una base monetaria por mes”, sintetizó Caputo, y consideró que, de haber ocurrido ese salto, “¿cómo se le podría explicar entonces a la gente que el problema era el déficit fiscal si habiéndolo solucionado igual, caíste en una hiper?”.
El Ministro de Economía defendió la estrategia de poner una tasa de interés negativa frente a la inflación como estrategia de contención de precios. “Sabíamos que podíamos poner una tasa negativa porque el dólar no se nos iba a escapar, porque habíamos diseñado un Bopreal que iba a hacer que los importadores solucionaran el problema con sus proveedores del exterior y que absorbiera pesos al mismo tiempo que amortiguara el shock en el tipo de cambio”, dijo el titular del Palacio de Hacienda, quien agregó: “Sabíamos que la inflación iba a bajar mucho más rápido de lo que los economistas decían. Sabíamos que la gente no iba a avalar una inflación en dólares 30-30-30 o 30-20-20 entre diciembre, enero y febrero como pronosticaban algunos. Como teníamos conocimiento de todas estas cosas, teníamos enorme confianza en el programa”.
El «crawling peg» va a jugar a favor y la política genera dudas
El otro elemento que va a jugar a favor de la desaceleración de los precios del 2025 va a ser la reducción del «crawling peg» al 1%, que actualmente está demorada, suponen en el mercado, debido a la crisis cambiaria de Brasil. En tanto el país vecino no estabilice su moneda, ésta seguirá perdiendo terreno frente al dólar, lo que complicará la estrategia de Argentina de controlar la inflación retrasando el tipo de cambio. En Libertad y Progreso consideran que superado este escollo, si el Gobierno reduce la tasa de devaluación mensual del peso, a la mitad de lo que lo está haciendo ahora, la inflación debería acompañar la tendencia.
Lo que puede jugar en sentido inverso en 2025 viene por el lado de la política. Más allá de que en los años electorales sube la demanda de dólares, en el mercado estiman que si Javier Milei no logra asegurar un armado fuerte en la provincia de Buenos Aires que garantice ganar las elecciones de medio término en ese territorio, la señal será mala para los inversores, quienes especularían con que el recambio futuro puede representar el retorno de un gobierno no amigable con los mercados y el entorno de negocios. Eso complicaría toda estrategia de ingreso de dólares al país y el andamiaje de dólar barato para controlar la inflación.
El público cree que habrá una inflación más alta de la real
La última encuesta del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella sobre las expectativas de inflación del público tuvo una repercusión no habitual para este reporte que generalmente pasa de mes a mes sin que haya grandes novedades. En este caso, surgió que el público especula con que el IPC del año 2025 va a subir a 45%, unos 20 puntos más de lo que prevén las consultoras y centros de estudio.
Es por ello que, teniendo en cuenta que si los consumidores suponen que la inflación va a ser más alta que las mediciones del INDEC, lo que algunos economistas definen como “sensación térmica” de los precios habrá una idea de estabilización mucho más fuerte que en el final del 2024.