¡Al fin lo dijo! Coki Ramírez contó por primera vez qué le dice al oído a Marcelo Tinelli

La cantante cordobesa, que se luce en sus previas de ShowMatch con El Cabezón, tomó coraje y contó qué son las cosas que le dice al aire cuando se tapa la boca.

Trece años pasaron de aquella primera vez en la que apareció en el Bailando por un sueño y hoy, en 2023, Coki Ramírez (43) volvió a la pista reversionada y con mucho camino recorrido en el medio. “Estoy feliz y se lo dije a Marcelo al aire en la primera gala: cuando me convocó para formar parte de ShowMatch, yo tenía todo resuelto y estaba transitando un momento hermoso de mi vida: con laburo, familia, salud y súper bendecida. Así que todo esto que viene siento que son regalos extras que me llegan”, se sincera la cantante cordobesa sobre su vuelta a la pista y al lado de Marcelo Tinelli, el hombre con el que jugó y sigue jugando a decirse cosas al oído sin que nadie se entere qué le dice. “Ahora estoy con otra cabeza, con mucho camino recorrido y soy literalmente otra Coki”, argumenta la mujer de las piernas esculturales, a la que parece no pasarle el tiempo.

-¿Trece años pasaron?

-Sí, señor. Entré el 3 de agosto de 2010: ese año estuve en la banqueta y en 2011 bailé como titular y llegué a las semifinales. Recuerdo la fecha exacta no porque sea una freak sino por mis fans, las Cokitas, que me recuerdan todo por las redes sociales todo el tiempo.

-Habrá sido una noche importante para vos.

-¡Re importante! Me cambió la vida para siempre. Recuerdo que entré el 3 de agosto para acompañar a la Mole Moli y esa noche cortaron la calle Olleros y gritaban mi nombre. En ese momento, la tele medía 40 puntos, ¡una locura! Me cambió la vida realmente.

-¿Qué hiciste en todo este tiempo sin estar en el Bailando?

-Es muy loco: aprendí de todo a nivel personal y laboral pero la gente siempre me preguntaba cuándo iba a volver al lado de Tinelli. Muchas veces me pregunté si iba a haber vida después del Bailando y te aseguro que sí. En mi caso la hubo y mirá si la hay que volví tantos años después a la pista. Mi mamá, Anita, y mi hermana Fernanda me dijeron en su momento: “Tenés que hacer lo que puedas con lo que tenés”. Ese siempre es mi faro y el legado que le quiero dejar a la gente joven. No hay que quedarse anhelando o esperando que te llamen o te golpeen la puerta; yo no me quedé sentada.

-¿Qué motorizaste?

-Dije: “Tengo este don que me dio Dios y que es el canto. Bueno, lo voy a potenciar y a dedicarme profesionalmente a cantar”. Realmente siento que tengo un don porque nunca en mi vida estudié canto y me va muy bien con lo que hago. Me encontré conmigo misma autogestionándome y por supuesto que tuve bajones y he pasado por mil cosas, pero jamás bajé los brazos. Pensé: “¿Cómo que no va a haber vida después de un programa de televisión que me dio tanta exposición y fama? Al contrario, tengo que capitalizar todo esto”.

-Hiciste teatro, temporada, participaciones en tele.

-Sí, hice de todo y nunca paré de cantar. Han sido años maravillosos y hoy siento como si no hubiera pasado el tiempo. Estoy en el Bailando con otra cabeza, con más experiencia y más segura de mí misma.

-¿Qué te pasó cuando pisaste la pista de nuevo?

-Sentí mucha adrenalina. Fue fuertísimo, una mezcla tremenda de emociones y le dije a Marcelo que todo era emocionante pero bien, en sentido positivo. Me vinieron mil recuerdos y me siguen viviendo cada vez que piso el estudio porque en esa pista a mí me cambió la vida. Fue muy emotivo volver y con Marcelo siento que no pasó el tiempo. Nos vimos y fue increíble lo que pasó entre los dos.

-Le volviste a decir cosas al oído.

-Sí y nos divertimos. Siento que lo nuestro ya es más un amor romántico que una atracción sexual. Pasó a otro nivel. Pasó mucha agua por el río: él fue papá, tuvo otras parejas, creció. ¡Y yo también!

-¿Podés contar qué le decís al oído?

-Noooo, ¡es irreproducible! Imaginate que uno le dice una cosa al oído al otro y la gente en su casa se pregunta qué le habrá dicho. La gracia está en el gesto y en la cara que hace el que recibe el mensaje. Para que Tinelli ponga esas caras, imaginate que lo que le digo son barbaridades. No solo sexuales sino también cosas divertidas, graciosas y hasta grotescas. Bromas. El me las está devolviendo y eso genera un ida y vuelta divertido.