Aparece un video desconocido de Jorge Mangeri hablando del crimen de Ángeles Rawson

El material fue grabado en la cárcel de Ezeiza poco después del asesinato de la adolescente y permaneció oculto durante más de una década.

Doce años después del crimen de Ángeles Rawson, uno de los casos policiales más estremecedores de Argentina, se conoció un video inédito en el que Jorge Mangeri, acusado del asesinato, habla sobre lo ocurrido aquel 10 de junio de 2013 en el edificio de la calle Ravignanial 2360, donde él era el encargado.

El material fue grabado en la cárcel de Ezeiza, dos meses después del brutal crimen, mientras Mangeri mantenía una conversación privada con sus abogados, Miguel Ángel Pierri y Marcelo Biondi. La filmación con su estremecedor relato se mantuvo oculta durante más de una década.

En aquella reunión Mageri habló sobre el crimen de Ángeles Rawson. Dijo que al momento de asesinarla estaba “enceguecido” y se refirió a lo que sucedió como “un accidente”. Además, dio su versión sobre cómo fueron los instantes previos al homicidio, lo cual luego fue desmentido por las pericias realizadas al cuerpo de la joven.

«No puedo explicar. Yo ahora, que pasó todo, veo que hubiera hecho otras cosas. Y sí, después sí, pero en ese momento estaba enceguecido, me pesaba, no vi que fue un accidente”, pronunciaba Mangeri ante sus abogados defensores aquel martes 15 de agosto de 2013.

En el video también se lo escucha negar el violento ataque sexual y los golpes que sufrió la joven antes de ser asesinada.

“Yo jamás le pegué ni la violé ni intenté violarla, eso se los juro por lo que quieran. Digan lo que digan, eso es todo mentira. Lo juro por lo que más quiero en la vida. Yo jamás le pegué una piña ni la quise violar, ni la violé, jamás”, repetía entonces Mangeri una y otra vez.

En el expediente quedó comprobado que debajo de las uñas de Ángeles se encontraron rastros biológicos de Mangeri, es decir, que la joven intentó defenderse antes de ser asesinada.

Durante la entrevista, el asesino de Ángeles intentó una y otra vez sostener su mentira, incluso ante sus abogados. “A mi no me sirve decirles algo que no fue, porque a ustedes, que me están defendiendo. No puedo decir algo que no pasó o algo que no fue”, aseguraba en un fallido intento de convencer a los defensores sobre su versión de lo ocurrido.

En otra parte de la grabación, Mangeri reconoció luego que dio un falso testimonio en una de sus declaraciones ante la policía, cuando aseguró que “no estaba” en el edificio al momento del crimen.

Luego se excusó e intentó involucrar a agentes policiales, a quienes en ese momento acusó de extorsionarlo para que confesara: “Quería hablar con la fiscal a solas, pero me dijo que no. Cuando ella se fue, la policía me decía que yo la había violado, que la había matado, que iba a ir preso de por vida, que Diana (su esposa) iba a ir presa, que ya estaba declarando y había mentido”.

Cronología del crimen de Ángeles Rawson

Ángeles Rawson desapareció el 10 de junio de 2013 por la mañana luego de asistir a su clase de gimnasia en el colegio Virgen del Valle. La última imagen que se tuvo de ella fue captada por una cámara de seguridad de la calle Ravignani, donde se la veía ingresando a su edificio. Sin embargo, nunca llegó a entrar a su departamento, y desde entonces su familia comenzó una desesperada búsqueda.

Al día siguiente, el martes 11 de junio por la mañana, un empleado del CEAMSE que trabajaba en la cinta transportadora de residuos en el Complejo Ambiental Norte 3 de José León Suárez encontró restos humanos entre la basura. Horas después, se confirmó que el cuerpo pertenecía a Ángeles Rawson.

La autopsia inicial realizada esa misma noche por el médico forense Héctor Félix Konopka indicó que Ángeles había sido arrojada viva al contenedor de basura y murió debido a la compactación de los residuos. Sin embargo, una segunda autopsia desmintió esa hipótesis y reveló que la joven había sido víctima de un intento de abuso sexual, se había resistido y, finalmente, había sido estrangulada antes de ser descartada en la basura.

El caso generó una gran cobertura mediática y diversas especulaciones sobre el posible asesino. En un primer momento, la opinión pública centró su sospecha sobre Sergio Opatowski, padrastro de Ángeles, basándose solamente en su actitud fría ante la situación.

Sin embargo, las investigaciones demostraron que tenía una coartada firme: a la hora en que ocurrió el crimen, Opatowski estaba realizando un trámite en un banco, algo que fue corroborado por las cámaras de seguridad.

Las sospechas finalmente se dirigieron hacia Jorge Mangeri, el encargado del edificio donde vivía Ángeles y su familia.

El sábado 15 de junio, cuatro días después del crimen, la fiscal María Paula Asaro lo citó a declarar como testigo. Durante el interrogatorio, Mangeri comenzó a contradecirse y dijo que había sido presionado por la policía para que confesara, algo que nunca se comprobó. Además, se negó a que un médico revisara las heridas que tenía en su cuerpo.

La declaración se prolongó hasta la madrugada del domingo 16 de junio. A las 5:15, Mangeri, se quebró y pronunció una frase que marcaría el caso: “Soy el responsable de lo de la calle Ravignani 2360. Mi mujer no tiene nada que ver”.

En 2015, un tribunal lo condenó a prisión perpetua por homicidio agravado por femicidio y abuso sexual en grado de tentativa.

Hoy, Jorge Mangeri cumple su condena en el penal de Rawson, en Chubut, en un pabellón especial para ofensores sexuales. Sigue insistiendo en que fue “un accidente”.