El matrimonio se convirtió en funeral tras la muerte de la mujer de 30 años en Irlanda.
Felicidad, misterio, drama y funeral. Es lo que vivieron en pocos días familiares y amigos de Ruth Maguire, quien murió cuando estaba a punto de contraer matrimonio.
Tras más de una década de relación, la mujer de 30 años aceptó casarse con el padre de sus tres hijos.
Para celebrar, sus amigas le armaron una despedida de soltera en un bar de Carlingford (Irlanda).
Junto a una treinta de conocidas tomaron y bailaron hasta la medianoche del sábado, cuando todas se fueron hacia sus alojamientos.
Ruth se iba a hospedar en una cabaña cercana. De hecho, su hermana vio que subió una historia a Instagram en la que aparecía caminando hacia el sitio. Pero nunca llegó.
En la jornada siguiente, con las imágenes de la noche y las redes sociales, las autoridades emprendieron la búsqueda en los alrededores del lago.
Tras dos días de rastrillajes, el cuerpo de Maguire fue rescatado del lago Carlingford.
Según la Policía, se trató de un «accidente trágico».
Testigos la vieron despedirse de todos y salir antes de la medianoche. Al parecer, se habría desorientado en el camino y habría terminado ahogada en el lago.
Durante su funeral, por solicitud de la familia, le pusieron el vestido de novia y la enterraron en su ciudad.
El cura que ofició en la despedida le envió un mensaje a su pareja: «Que ella te encuentre en el reino de Dios vestida de blanco».