La futura estación, a construir en la base Belgrano II, permitirá duplicar la capacidad de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales para operar los satélites argentinos de observación de la tierra y acceder a los datos que estos producen.
Dos antenas parabólicas de seis metros de diámetro serán montadas sobre estructuras metálicas de dos metros de altura en la base antártica Belgrano II, la más austral de los emplazamientos argentinos en el continente, desde donde duplicarán la capacidad de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para operar los satélites argentinos de observación de la tierra y acceder a los datos que estos producen.
La futura estación terrena de Belgrano II será una de las instalaciones Seguimiento, Telemetría y Telecomandos (TT&C, por su sigla en inglés) y de descarga de datos de ciencia de misiones satelitales más cercanas a los polos terrestres, lo que además de multiplicar la capacidad de acceso a los satélites argentinos también creará nuevas oportunidades de cooperación con otras agencias espaciales.
La Base Belgrano II está ubicada el Nunatak Bertrab, en bahía de Vahsel sobre la costa Confín en la Tierra de Cotas a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur y a cerca de 5.000 de la Ciudad de Buenos Aires.
La región se caracteriza por tener cuatro meses de noche polar y cuatro meses de día, en la que las temperaturas pueden alcanzar decenas de grados bajo cero con vientos de hasta 200 kilómetros por hora.