Una comitiva oficial encabezada por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, llegó en la tarde del lunes a Bolivia con un millón de vacunas contra la Covid-19 para ser donadas al Estado plurinacional de Bolivia en el marco de las políticas de integración regional que promueve el Gobierno y como parte de la solidaridad entre ambos países.
El cargamento fue trasladado por un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea, que partió hoy a las 7:30 desde la base aérea de El Palomar y aterrizó a las 13:10 en el aeropuerto de El Alto, en las afueras de la ciudad de La Paz.
Tras entregar las vacunas al gobierno de Bolivia, Vizzotti ofreció una conferencia de prensa en el aeropuerto y luego se dirigió al Palacio Quemado, sede gubernamental, para reunirse con el presidente boliviano Luis Arce.
En el encuentro con Arce, que comenzó a las 16:30 de Argentina (15:30 en Bolivia), participaron también el embajador Ariel Basteiro; el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Juan Manuel Castelli y la titular de la comisión Cascos Blancos de la Cancillería, Sabina Frederic.
En la rueda de prensa, Vizzotti aseguró que «el acceso inequitativo a las vacunas es una estrategia incompleta e injusta» y luego remarcó que la entrega de vacunas por parte de Argentina que se concretó esta mañana en El Alto -dos lotes de AstraZeneca que fueron almacenados en el hangar Diablos Negros, en el sector militar del aeropuerto- constituye «la donación más grande entre países latinoamericanos y la más grande que hemos hecho desde Argentina».
La ministra planteó que, con la donación a Bolivia del millón de dosis de AstraZeneca, «quedó atrás» el tiempo en que la Argentina utilizaba el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea para «dividir a los pueblos», en referencia al contrabando de material represivo que se envió a La Paz durante la gestión de Mauricio Macri para colaborar con la represión de los manifestantes del Movimiento al Socialismo (MAS) que se oponían al golpe contra Evo Morales.
En ese sentido, Vizzotti contrastó que el mismo avión «que vino a dividir a los pueblos, hoy es para reparar y sanar», y en el mismo sentido valoró que el Estado argentino «está llegando a las 3.270.000 de vacunas donadas incluyendo países de África y Centroamérica».
«Hasta que todos los ciudadanos accedan a la vacunación recién ahí vamos a poder ponernos a pensar en el fin de la pandemia», alertó y entonces graficó que América Latina fue «el continente que más impacto ha tenido en la pandemia y, junto con África, los que hemos accedido de forma más inequitativa a las vacunas».
En representación del Estado Plurinacional habló el ministro de Salud y Deporte, Jayson Auza Pinto, quien agradeció «profundamente» el aporte de las vacunas al resaltar la «colaboración de nuestros pueblos para vencer al enemigo invisible».
«Los problemas globales requieren soluciones globales», sostuvo el funcionario boliviano y recordó también que a los pocos días del golpe contra Morales -en rigor, el 12 de noviembre de 2019 a las 23:50- el mismo Hércules C-130 que se utilizó hoy partía desde El Palomar pero con un cargamento de material represivo, entre ellos pertrechos enviados de contrabando como 70.000 cartuchos anti-tumulto calibre 12/70, gases lacrimógenos en spray y granadas de gas.
«En este avión hace dos años trasladaron armamento, hoy trasladaron vacunas», reconoció Auza Pinto, mientras que el embajador Basteiro definió como «un día histórico» la jornada que se vivió en las primeras horas de la tarde en la Base Aérea de El Alto.
«Esta acción forma parte así de las políticas bilaterales y multilaterales que la Argentina promueve y refuerza en todos los foros bilaterales, regionales y multilaterales»
Carla Vizzotti
Según el representante diplomático, la donación de vacunas reflejó «la hermandad de proyectos comunes» entre Argentina y Bolivia tras los triunfos electorales del Frente de Todos y el Movimiento al Socialismo en ambos países.
El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, quien también estuvo presente en el aeropuerto, resaltó el gesto del gobierno de Alberto Fernández y lo consideró un ejemplo de que «entre hermanos compartimos lo que tenemos».
«La donación tiene un sentido simbólico: en 2019 llegaba el mismo avión con municiones para consolidar el gobierno inconstitucional (por la gestión de Jeanine Áñez) a través de una operación de terrorismo de Estado; en ese mismo avión, el gobierno de Alberto Fernández nos trae futuro y esperanza», subrayó Mayta.
Hoy por la mañana, antes de partir a Bolivia, Vizzotti recordó que «la Argentina ha recibido 7 millones de dosis de donación», lo que permitió al Ejecutivo «acelerar la campaña y estar en el punto de avance» en el que está en la actualidad.
«Por lo tanto, esa reciprocidad y solidaridad que va a hacer que lleguemos a dar vuelta la página de la pandemia recién cuando todos los países accedan, nos permite poder avanzar en este sentido», indicó entonces la ministra.
Vizzotti agregó además que esta iniciativa permitirá intercambiar experiencias de la campaña de vacunación argentina y la boliviana.
«Vamos a poder brindar información de las decisiones que fuimos tomando en la Argentina, que va a ser muy importante para ese país también para poder mejorar la confianza, mejorar las coberturas de vacunación y seguir avanzando en la gestión de la pandemia», resumió.
La donación a Bolivia es la más grande que ha realizado la Argentina con el objetivo de fortalecer el acceso de todas las personas a la vacunación contra la Covid-19 en la región que más sufrió el impacto de la pandemia y que ha sufrido un acceso inequitativo a las vacunas, indicó la cartera de Salud.
«Esta acción forma parte así de las políticas bilaterales y multilaterales que la Argentina promueve y refuerza en todos los foros bilaterales, regionales y multilaterales», apuntó.
Como parte del trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, a cargo de Santiago Cafiero, y la Comisión Cascos Blancos, la Argentina se ha puesto a la vanguardia regional, ofreciendo no solo donaciones de vacunas sino también cooperación técnica que, como en este caso, han sido aceptadas por Bolivia, concretándose así la mayor donación de dosis entre países de Sudamérica desde que se declaró la pandemia, completó la cartera de Salud.
Argentina también concretó las siguientes donaciones de la vacuna AstraZeneca: 350 mil dosis a la República de Angola, 42.000 al Caribe Oriental, distribuidas de la siguiente manera: Santa Lucía (18.000 dosis), Dominica (2.000), Granada (11.000) y San Vicente y las Granadinas (11.000 dosis) y 400 mil dosis de la misma vacuna a Kenia y 30 mil a Barbados.
También a primera hora, el embajador Basteiro celebró desde La Paz la donación de un millón de dosis de AstraZeneca y la definió como «la más grande que ha hecho Argentina» desde que la pandemia de coronavirus irrumpió en la región.
«Es natural que un Gobierno como el de Alberto Fernández tenga una actitud solidaria y fraternal con otros países en donde los contagios y las fronteras son muy pegadas y porosas», consideró.
Y sobre las implicancias políticas del gesto, analizó: «El mismo avión que hace dos años llegó acá con 70.000 municiones enviadas por (Mauricio) Macri. Aquel avión de hace dos años llegó con un grupo de gendarmes, pertrechos de guerra y alacranes, hoy llega con vacunas y Cascos Blancos».