Miles de residentes en el país prefieren hacer el cruce de los Andes antes de comprar de este lado de la cordillera. Otro tanto pasa con el turismo extranjero.
Uno de los efectos de la cotización actual del dólar frente al peso -y de los recargos que se cobran a tarjetas del exterior- es que el turismo emisivo creció por quinto mes consecutivo y el receptivo registró su cuarta baja al hilo, con un 20% de baja en la llegada de turistas extranjeros a nuestro país en julio de 2024.
Como contrapartida subió un 145,6% interanual hasta junio de 2024 el éxodo de residentes que viajaron a Chile para hacer turismo, que se complementó con una caída del 46,6% en la cantidad de chilenos que visitaron nuestro país en ese lapso de tiempos, detallaron desde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en un informe publicado este lunes.
Para julio de 2024 unas 666.600 personas residentes en Argentina habían decidido viajar a otros países para hacer turismo, lo que equivale a un 24,4% más que en julio de 2023.
Mientras tanto, en ese mismo período interanual se registró la visita de 508.000 extranjeros que optaron por conocer nuestro país, un 17,7% menos que en julio del año pasado.
El fenómeno actual -que afecta el turismo, las economías regionales y la demanda de divisas- se debe a que Argentina está cara en dólares con respecto a sus socios comerciales: el tipo de cambio oficial subió por debajo de la inflación durante todos los meses de 2024, pero se «comió» la devaluación importante aplicada en diciembre de 2023.
Julio trajo el cuarto descenso consecutivo del turismo receptivo, mientras que el emisivo creció por quinto mes de corrido.
El intercambio de turistas con Uruguay tuvo una dinámica similar que con Chile -aún teniendo en cuenta los costos de vida- y el crecimiento fue del 7,8% en la cantidad de argentinos de visita por la Banda Oriental, contra una baja del 38,2% en el número de charrúas por estas pampas.