Arquitecto condenado a 3 años de prisión en suspenso: Recomendaron “la demolición total» de la casa que construyó

La justicia de San Luis condenó al arquitecto Mario Farabelli a tres años de prisión en suspenso, por encontrarlo culpable del delito de estafa agravada en la construcción de una vivienda, informaron fuentes judiciales.

En 2019, el profesional de 51 años fue absuelto por el beneficio de la duda pero esa sentencia fue anulada por el Superior Tribunal de Justicia y se ordenó la realización de un nuevo debate oral.

La decisión del tribunal, integrado por Adriana Lucero Alfonso, y por las juezas de la Segunda Circunscripción Virna Eguinoa y Sandra Erlich, fue por voto unánime.

El damnificado es Alfredo Gatica, un médico oriundo de Buenos Aires que en 2010 decidió construir su vivienda en un terreno que poseía en Juana Koslay con el objetivo de instalarse definitivamente en San Luis con su familia.

La denuncia de la víctima, efectuada en octubre de 2011, dice que para los trabajos contrató a Walter Mercau como constructor y luego a Farabelli como director de obra, pero que la vivienda quedó inconclusa, con el 90 por ciento de lo presupuestado abonado y con múltiples fallas de construcción.

Esto quedó probado con un informe del Programa de Obras Públicas y Privadas de la Municipalidad de Juana Koslay que recomendó “la demolición total por encontrarse en peligro de colapso que puede provocar daños a terceros”.

Durante los alegatos presentados el miércoles, el fiscal de Cámara Fernando Rodríguez dijo que Farabelli “claramente fue el director de la obra aunque ahora se intente negar la vinculación contractual entre el denunciante y el arquitecto, por lo que pidió tres años de prisión y como agravantes mencionó las circunstancias de tiempo, modo y lugar y la extensión del daño causado.

El defensor de la parte damnificada, Guillermo Gatica, dijo en un fragmento de su alegato que “Farabelli firmó recibos consecutivos e hizo un certificado de obra, creo que es la prueba contundente que demuestra que no era un allegado que iba de vez en cuando a algún asesoramiento”.

“Hay testigos calificados que dicen que la obra tiene defectos estructurales por donde se la mire porque se le escatimó cemento, hierro, que es la base para construir, el parámetro mínimo. ¿Acá solo podemos decir que lo que hizo el arquitecto Farabelli solo es una actividad de impericia? No, es una actividad dolosa, entendiendo el dolo como conocimiento y voluntad” y pidió una sentencia condenatoria firme y consentida.

En oposición, la defensa de Farabelli, representada por Aldo Giuliani, aseguro que el condenado “no fue ni empresario de la obra, ni el constructor ni fue el que vendió los materiales. No hay dudas de que Gatica ha sido víctima y que la obra es un desastre. Lo que se cuestiona es endilgarle a Farabelli este mamarracho de obra”, dijo.

“Gatica había arreglado con el constructor y le hizo una entrega de 80 mil pesos sin necesidad de certificaciones de obra, eso demuestra que no estaba contratado Farabelli para hacer de director técnico, el fue consultado pero no con la responsabilidad de ser el representante de Gatica en la obra, no existió un acuerdo de partes, pretender una vinculación por una leyenda en un plano sería una cosa de locos, la obra no fue ejecutada conforme un plano de Farabelli sino conforme a un plano que no está firmado por él”.

Por su parte, el imputado reiteró su inocencia y afirmó que tiene“51 años de edad, 26 de profesión y cerca de 400 expedientes registrados sin ningún tipo de problemas y por esto sigo sosteniendo mi inocencia y creo en la justicia”.