El juicio oral que se sigue en la ciudad de Mar del Plata a los integrantes de una secta acusados de explotar sexual y laboralmente a más de 30 personas, acopiar un arsenal y alterar documentación de niños, entrará desde mañana en su etapa final, con el inicio de los alegatos por parte de la fiscalía, informaron fuentes judiciales.
Tras más de cinco meses de audiencias, en las que declararon cerca de 30 testigos, el fiscal Fabián Celiz expondrá desde las 10, ante el Tribunal Oral Federal en lo Criminal 1 (TOF) de la localidad balnearia, los fundamentos de cierre de su acusación contra los imputados, Silvia Cristina Capossiello, Sinecio de Jesús Coronado Acurero y Luis Antonio Fanesi.
Capossiello -pareja de Eduardo Nicosia, líder fallecido de la organización-, Coronado Acurero y Fanesi están acusados del delito de trata de personas cometido contra 32 personas, que tras acercarse a la congregación de la que formaban parte, eran reducidas a la servidumbre y explotadas económica, sexual y laboralmente en un hotel céntrico marplatense.
El juicio comenzó el último 21 de septiembre ante el TOF, integrado por los magistrados Fernando Machado Pelloni, Nicolás Toselli y Roberto Falcone.
Fuentes judiciales indicaron que esta previsto que los alegatos, presentados por Celiz en reemplazo del fiscal ante el tribunal Juan Manuel Pettigiani, ocupen toda la jornada y podrían finalizar el próximo lunes 11.
Luego será el turno de la querella, y se espera que el 25 presente el suyo la defensa de los tres imputados, quienes cumplen prisión preventiva en unidades del Servicio Penitenciario Federal.
A lo largo del juicio, decenas de víctimas declararon haber sufrido abusos, explotación y situaciones de violencia por parte de los miembros de la secta.
Para evitar la revictimización de algunos testigos, en algunas audiencias del juicio se reprodujeron las declaraciones brindadas en Cámara Gesell durante la instrucción del caso.
A su vez, un hijo del líder fallecido declaró a través de videoconferencia desde la embajada argentina en Venezuela, y describió las torturas «físicas y psicológicas» sufridas desde que tenía 6 años, y los padecimientos ocasiones tanto a él como a sus hermanos.
Los miembros de la secta están acusados además de alterar la identidad de al menos trece niños y niñas, hacer acopio de un arsenal de armas e incurrir en el delito de resistencia a la autoridad cuando la Justicia Federal dispuso una serie de allanamientos en sus instalaciones, en 2018.
Los hechos imputados ocurrieron a «principios de la década de 1970, y a partir del 2005 y hasta el allanamiento del 3 de julio de 2018 en Mar del Plata».
De acuerdo a la acusación, la organización actuaba desde el Hotel City, ubicado en Diagonal Alberdi 2561, en pleno centro marplatense, donde los imputados «se valían de un proceso de coerción psicológica y aislamiento de las víctimas, típico de las organizaciones sectarias, generado a partir de la manipulación psicológica que se les imponía», de acuerdo a la fiscalía.
La congregación fue fundada por Nicosia, fallecido en enero de 2021, quien actuó como «una suerte de guía espiritual, principal administrador y organizador de la actividad delictiva», y «tenía un completo control sobre las vidas y acciones» de las víctimas, «a quienes compelía a desprenderse de sus bienes o pertenencias a favor de la congregación».
Capossiello, en tanto, está acusada de controlar «a los damnificados en ausencia» del líder y estar «al frente de la cooperativa administradora del complejo hotelero», mientras que Coronado Acurero fue señalado como colaborador «en las actividades ilícitas investigadas».
Fanesi, por su parte, está acusado de haber pertenecido a la organización, «cuanto menos, desde el año 1973» y participar «del control sobre las víctimas».
Un cuarto acusado al iniciarse el juicio, el psicólogo Fernando Ezequiel Velázquez, falleció semanas atrás, mientras cumplía prisión preventiva.