Además los tres hombres son sospechosos del fallecimiento de una amiga de la joven, a la que también dejaron en la entrada de otro centro de salud en Los Ángeles.
El Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) confirmó el arresto de tres sospechosos implicados en la muerte de la modelo Christy Giles y la arquitecta mexicana Hilda Marcela Cabrales Arzola, que fueron abandonadas a las puertas de diferentes hospitales de Los Ángeles con sobredosis de heroína.
La última vez que se vio a las mujeres con vida fue la noche del 12 de noviembre, cuando salieron de una fiesta hacia otro lugar cercano al área de West Hollywood.
David Pearce, de 37 años, fue arrestado bajo sospecha de homicidio involuntario. Brandt Osborn, de 42, y Mike Ansbach, de 47, fueron detenidos bajo sospecha de ser cómplices del crimen, detalló el LAPD en un comunicado.
La Policía comenzó a investigar el hecho después de que en la mañana del 13 de noviembre hombres enmascarados dejaron a Giles en las afueras de un hospital en Culver City, y se alejaron a toda velocidad en un coche sin patente. Ella fue declarada muerta tras ser ingresada al nosocomio..
Dos horas más tarde Cabrales Arzola fue dejada en las puertas de otro hospital por los mismos hombres, aseguran las autoridades. Los médicos lograron mantenerla con vida pero fue desconectada el pasado 29 de noviembre tras ser declarada con muerte cerebral.
En el comunicado, el LAPD explicó que se cree que ambas mujeres recibieron sobredosis de drogas en una residencia cercana a Beverly Hills.
Luis Cabrales, padre de la mexicana, dijo a medios locales en noviembre que se encontró una gran cantidad de heroína en el sistema de la joven, pero puso en duda que su hija consumiera la droga de forma voluntaria.
La mexicana había llegado a Los Ángeles hacía seis meses para trabajar en una empresa como arquitecta. Sus padres viajaron desde Monterrey, México, tras el incidente.
Los sospechosos parecen tener vínculos con la industria del entretenimiento, según reportó el periódico Los Angeles Times.
A Pearce se le impuso una fianza de un millón de dólares, mientras Ansbach y Osborn tienen una fianza de 100.000 dólares.