Aseguran que “las diferencias en las vías respiratorias pulmonares de las mujeres aumentan el riesgo de EPOC”

Un estudio detectó que las diferencias estructurales en las vías respiratorias pulmonares entre hombres y mujeres pueden diferir la prevalencia y los resultados de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) siendo las mujeres quienes suponen un mayor riesgo de padecer enfermedades pulmonares, se informó hoy.

El estudio, publicado en la revista médica Radiology, mostró que tanto en los adultos que nunca fumaron, o fumaron menos de 100 cigarrillos en su vida, las vías respiratorias pulmonares de las mujeres son más pequeñas, lo que puede suponer un mayor riesgo para ellas.

La EPOC hace referencia a un grupo de enfermedades como el enfisema y la bronquitis crónica, que provocan la obstrucción del flujo de aire y problemas relacionados con la respiración.

Si bien los hombres tienen una mayor tasa de diagnóstico y mortalidad en general, con los cambios en el comportamiento de los fumadores y el aumento de la urbanización, la prevalencia de la EPOC en las mujeres está aumentando, consignó la agencia Europa Press.

«La prevalencia de la EPOC en las mujeres se está acercando rápidamente a la observada en los hombres, y las enfermedades de las vías respiratorias pueden ser la causa de algunas de las elevadas cifras de EPOC que se observan en las mujeres», afirmó Surya Bhatt, profesora asociada de medicina de la División de Medicina Pulmonar, Alergia y Cuidados Críticos de la Universidad de Alabama (Estados Unidos).

Y agregó que «cuando las vías respiratorias se estrechan debido al consumo de cigarrillos, el impacto en los síntomas y la supervivencia es mayor en las mujeres que en los hombres».

Para este estudio, los investigadores analizaron los datos de casi 10.000 participantes inscritos en Genetic Epidemiology of COPD (COPDGene), y realizaron un estudio de observación de fumadores actuales y antiguos, así como no fumadores, con edades comprendidas entre los 45 y los 80 años, en 21 centros clínicos de Estados Unidos.

A su vez, cada métrica de las vías respiratorias se calculó en función de la edad, las diferencias biológicas, los años de tabaquismo y la capacidad pulmonar total.

Las tomografías revelaron, por un lado, que en 420 personas que nunca habían fumado, los hombres tenían las paredes de las vías respiratorias más gruesas que las mujeres.

A su vez, tras tener en cuenta la altura y la capacidad pulmonar total, las dimensiones del lumen -el espacio de la vena o arteria por el cual fluye la sangre- de las vías respiratorias eran menores en las mujeres que en los hombres.

En tanto, en 9.363 fumadores actuales y antiguos, los hombres tenían un mayor grosor de las paredes, mientras que las mujeres tenían un diámetro de lumen segmentario más estrecho.

De este modo, en las diferencias en las dimensiones de las vías respiratorias «fue notable que las mujeres parecen tener una menor reserva contra el desarrollo de enfermedades de las vías respiratorias y la EPOC», señaló Bhatt, quien advirtió que estas diferencias deben tenerse en cuenta en el desarrollo de nuevas terapias para las enfermedades de las vías respiratorias.