Un adolescente de 17 años fue asesinado a puñaladas por un delincuente que sorprendió mientras se encontraba trabajando en una panadería de la localidad bonaerense de José C. Paz y la madre del joven dijo que el sujeto «entró directamente a matar» ya que no se habría robado nada.
El trágico hecho ocurrió en la tarde del miércoles en un local ubicado en la esquina de las calles Martín Coronado y Cumaná, del Barrio Frino de la mencionada localidad y la víctima fue identificada como Joel Sánchez.
El crimen de Joel ocurrió a poco más de 72 horas del asesinato de Roberto Sabo, el kiosquero de Ramos Mejía, y, si bien trascendió que se trataría de un homicidio en ocasión de robo, la madre del joven resaltó que el asesino ni siquiera se llevó el teléfono celular de su hijo.
Según se informó, la víctima habría recibido cuatro puñaladas y fue trasladado de urgencia al Hospital Caporaletti, pero no logró resistir y falleció.
En tanto, trascendió que en su huida el delincuente perdió un celular y un cuchillo de carnicero, la posible arma homicida.
A partir de esos y otros elementos en la causa, identificaron al sospechoso como Claudio Hugo Gastón González, de 43 años, con domicilio en José C. Paz.
Los antecedentes de González -que continúa prófugo- indican que estuvo preso por robo calificado y homicidio, y quedó libre con pena cumplida.
Dichos documentos dan cuenta de un pedido de captura por un homicidio en 1998 en San Martín y por el mismo delito en 2014.
«Directo a matar»
Jésica, la madre de Joel, señaló en declaraciones televisivas: «Entro directamente a matar y mi hijo terminó tirado como un perro desangrado. Nadie me dijo si ya está detenido. Cuando asesinó a mi hijo se le cayó el teléfono y están haciendo peritajes».
«Joel estaba terminando el quinto año a la mañana y a la tarde atendía el negocio. Quería ser gendarme», indicó la mujer, tras lo cual dijo que el episodio ocurrió pasadas las 18:00 y manifestó: «Mi hijo murió en el hospital. Por favor que se haga justicia y no olviden a mi hijo».
Tras conocer la noticia, los vecinos del lugar quemaron neumáticos e hicieron sonar sus cacerolas frente a la Comisaría 3° sobre la calle Potosí, a tan solo una cuadra del lugar donde mataron al adolescente.