¡Atroz!…entradera en Villa Madero: ladrones torturaron a jubilado y casi lo electrocutan

El hecho ocurrió en la mañana de este jueves y los delincuentes dejaron serias secuelas en el hombre que no podía defenderse ni responder porque recientemente sufrió un ACV.

Una terrorífica entradera se produjo en las últimas horas en una vivienda de Villa Madero, donde un grupo de ladrones ingresó a la casa de una pareja de jubilados para robarles.

El terrible hecho ocurrió en la vivienda ubicada sobre Av. Vélez Sarsfield del mencionado barrio porteño, donde alrededor de las 8 de la mañana, cuando el hijo del matrimonio ya se había ido a trabajar, varios individuos accedieron y golpearon salvajemente al hombre reclamándole dinero.

“Querían dólares”, denunció la esposa del hombre que no podía reaccionar porque recientemente había sufrido un ACV. “Querían los dólares… Soy jubilada, no tengo dólares. Me dicen: ‘Dame dólares o te meto en una palangana y te doy corriente’”, denunció.

Según contó la mujer, los ladrones llegaron por el techo, forzaron la entrada y, al verla, le exigieron que les entregara dinero. Además, mientras revisaban la casa en busca de dinero se encontraron a Osvaldo, de 75 años, y se ensañaron con él, quien no tenía capacidad de reacción.

“Hablaba porque no entiende bien las cosas. Le decían: ‘Callate, callate’; lo amenazaban y lo golpeaban”, relató su mujer a medios televisivos. De hecho, lo torturaban y también le metieron los pies en una palangana e insistían con ponerle corriente si no conseguían dinero.

Durante dos horas buscaron en toda la casa dinero y objetos de valor, sin dejar de amedrentar a sus aterradas víctimas, mientras la mujer intentaba calmar a los delincuentes y rogaba por su vida y la de su esposo.

Daniel, hijo de las víctimas, recibió la llamada de su madre y cuando regresó para auxiliarlos se encontró con la terrible escena. Luego comentó a la prensa: “Acá alrededor ya han robado en muchas casas, te puedo marcar todas las direcciones donde entraron”.

Osvaldo, en tanto, quedó con impactantes señales de la tortura a la que fue sometido, como hematomas en los brazos, en las manos y en la cara, además de cortes en la nariz debido a los golpes que le propinaron cobardemente los delincuentes.