Pasadas las 10 de la mañana, en el predio de la ex Cerámica, las delegaciones que aún permanecían en San Luis se dieron cita para cerrar el encuentro, decidir la nueva sede y leer las conclusiones de los 105 talleres en los que la situación de las mujeres mapuches de la Lof Lof Lafken Winkul Map, detenidas durante el operativo de desalojo de la localidad de Villa Mascardi y luego trasladadas al penal de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, determinó la decisión colectiva de trasladar el reclamo feminista a ese territorio rionegrino.
La elección que trasladará a más de 100 mil mujeres hasta esa provincia es una respuesta surgida de los debates que atravesaron el Encuentro en San Luis y un respaldo a las denuncias que las mujeres de Aby Ayala introdujeron en cada actividad realizada en San Luis.
Los pedidos de apoyo que transmitieron las mujeres mapuches en audios y videos que llegaron a San Luis cuando comenzaba el Encuentro, el viernes 7 de octubre, fraguaron en los debates, las reuniones y las actividades artísticas, en una respuesta que consideró la plurinacionalidad del encuentro.
De hecho, la postulación de Bariloche en el escenario al que fueron llamadas representantes de cada provincia para exponer sus razones fue realizado por Ornela Infante, conocida activista trans, del Movimiento Evita, que en su defensa supo sensibilizar a las tribunas con su exposición.
«Compañeres, con mi hermanes venimos de la Patagonia profunda, provincia de valles, mares y montañas, de la provincia de Río Negro, donde debemos decir que tenemos capitales de femicidios como la ciudad de Cipoletti; como la comarca Andina, donde persiguen y encarcelan a nuestras hermanas de los pueblos originarios», expresó.
«Por eso necesitamos la ayuda de los movimientos sociales y los partidos políticos para que la próxima sede sea Río Negro», dijo, y la tribuna estalló en apoyos.
El clima general del Encuentro en San Luis y la centralidad de la cuestión mapuche, que permeó todos los debates, logró que postulantes de otras provincias bajaran sus aspiraciones y decidieran públicamente apoyar a la provincia de Río Negro para el próximo encuentro.
La ciudad de San Carlos de Bariloche fue sede de la 14ta. edición del Encuentro Nacional de Mujeres, donde se convocaron unas 13.000 personas y se organizaron 31 talleres en los que se desenvolvieron las reflexiones de las y los participantes.
Las representantes de Jujuy, desde la Multisectorial de Mujeres, entendieron la necesidad de apoyar a sus «hermanas» rionegrinas y aseveraron que a pesar «de la persecución a Milagro Sala, los femicidios que no paran de matarnos, entendemos que la represión y la prisión a las mujeres mapuches debe parar, y por eso cedemos Jujuy y acompañamos a Río Negro», afirmaron.
Fue decisiva la intervención de Jujuy para que mujeres y disidencias definieron la última sede por la que finalmente quedaron postuladas solo tres provincias: Córdoba, CABA y Río Negro.
Desde las 8 de la mañana se reunieron las delegaciones que se quedaron para participar del momento considerado estratégico en todos los encuentros, y cuya forma de elección comenzó a ser cuestionada por algunas participantes debido a que son pocas las las organizaciones y trabajadoras presentes en relación al alto grado de participación que tienen los encuentros.
Promediando la finalización del encuentro, el Gobierno nacional dio a conocer oficialmente las denominaciones de las nuevas funcionarias para asumir en los ministerios de Desarrollo Social; de Trabajo y de Mujeres, Géneros y Diversidad.
Para esta última cartera fue designada Ayelén Mazzina, de 32 años, quien fue concejala por la ciudad de San Luis, es profesora en Ciencia Política, y se desempeña en la actualidad como secretaria de la Mujer, Diversidad e Igualdad de San Luis, desde el 12 de diciembre de 2019.
En su cuenta oficial de Twitter se define como «Puntana y Feminista».
Como funcionaria de la provincia sede del 35 Encuentro, Mazzina aclaró en la previa del evento que lo que hicieron fue «acompañar» desde la responsabilidad estatal un evento que convocó a más de 120 mil mujeres en San Luis capital y alrededores.
En el proceso de organización destacó que los encuentros se caracterizan por ser autónomos, autoconvocados, democráticos, pluralistas, autogestionados, federales y horizontales», y que su gestión «tenía en cuenta esas características y las respetaba.
«No se busca cambiar la esencia del encuentro, al contrario: estamos para acompañar y ponemos a disposición todas las herramientas y recursos. Queremos que sepan que si nos necesitan vamos a estar», aseveró.
Y agregó, hace unos días, que «no miramos para el costado: nos atraviesa como sociedad y también como Estado que aún nos falten leyes, que nos falten pibas, que la violencia de género siga en aumento, que la justicia necesite un proceso de transformación profunda e inmediata, que los procesos de cambio cultural son lentos y resistidos, etcétera».
Fuente: Télam