«Técnicamente usted corre el riesgo de ejecutar a alguien inocente», planteó el ministro de Seguridad bonaerense.
En medio de los reclamos por la inseguridad, y tras la manifestación por el asesinato de un kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía, Sergio Berni se refirió a la pena de muerte.
«Yo soy católico y creo que la vida solamente la puede sacar aquel que la da, pero desde lo técnico y desde lo moral no me temblaría el pulso en aplicar la pena de muerte», comenzó el ministro de Seguridad bonaerense en declaraciones televisivas.
Y añadió: «Pero hay un problema y es que técnicamente usted corre el riesgo de ejecutar a alguien inocente».
En ese marco, el funcionario remarcó: «No me asusta discutirlo y no lo digo como parte de un marketing. Creo que es imperfecta y constitucionalmente inviable, pero si yo me tengo que sentar a discutirla no le saco el culo a la jeringa».
Al hablar sobre la inseguridad en territorio bonaerense, señaló que se registran «casi tres homicidios por día», pero reivindicó su gestión: «La previsión para este año, a partir de cálculos matemáticos, era de entre 1200 y 1300 homicidios en la Provincia, agravados por la caída del PBI en 2020. Sin embargo, con un gran esfuerzo evadimos las predicciones y en comparación con el período del 30 de enero al 30 de octubre de 2019, hemos bajado los delitos en un promedio del 25%».
Volviendo al crimen del kiosquero, el ministro consideró que esos hechos no ocurren por falta de policía ya que «15 minutos antes del asesinato de Roberto, pasaron tres patrulleros por la puerta del negocio».
«Y a tal punto fue efectiva la presencia policial que un efectivo agarró al delincuente cuando salió del kiosquito. Entonces esta es solo una parte de un todo», recalcó.
Berni insitió en que «cuando hablamos de seguridad, no es un concepto abstracto, sino una construcción multidimensional donde intervienen diferentes actores y factores, comenzando con la educación en el hogar, el sentido de autoridad y de respeto, un sistema educativo y social que debe contener y un sistema judicial».
«Y son todas cosas que vienen fallando. Entonces, cuando un chico entra con 22 años a la cárcel y cuando cumplió la pena, a los 29, le abre la puerta y le dice: señor, llévese la vida por delante ¿qué piensa que va a hacer?», agregó.