No es sólo la camiseta. Claro que no. Detrás de la casaca, de la alternativa, de la amarilla que usó Boca en La Plata, de la que estrenó con triunfo ante Estudiantes para sacarle el invicto al Pincha y volver a meterse en zona de clasificación en la Zona B, y de la que usará por primera vez a nivel oficial en un superclásico (no hay registros cercanos de algo así), hay otra historia.
Una historia que el fútbol no desconoce pero que a veces prefiere esconder. Una historia que tanto en el predio de Ezeiza como en Brandsen 805 es un secreto a voces. Una historia de creencia, de espiritualidad, de fe. En efecto, el pedido (aprobado) a la Liga para que el Xeneize juegue este domingo con otra camiseta que no sea la tradicional surgió desde el Consejo de Román. La recomendación, dicen en el club, nació desde otro tipo de consejo.
“Lo de la camiseta amarilla no es marketing. Eso descartalo”, aseguran en Boca. El estreno de la casaca en homenaje a los 30 años del predio de Casa Amarilla ya se dio contra Estudiantes y no había la necesidad de extenderlo al Monumental. Contra River, de hecho, el Xeneize siempre jugó con la azul y oro clásica. Son tan contrapuestos los diseños, tan diferentes los colores, que nunca hubo necesidad de modificar lo que para muchos es una tradición más del superclásico: que ambos equipos salgan a la cancha con su indumentaria emblemática, la que más representa a los hinchas.
Más que una cábala…
Sin embargo, el pedido de Boca, en un primer momento, sonó a cábala. Como el debut de “la amarilla “ante Estudiantes había sido auspicioso, la primera lectura fue directo ahí: continuar con la buena vibra que el equipo tuvo en La Plata y eso, en el fútbol, muchas veces se traslada a la indumentaria. Sin embargo, con el correr de las horas, al menos en el club, la versión fue girando.
“En los pasillos de acá se habla de un chamán”, fue la revelación que nació desde las entrañas de la Bombonera. “Hace un tiempito que alguien viene ‘trabajando’ en esto que el fútbol también cree, je”, agregó otra fuente. “La recomendación fue precisa, contundente: ‘El domingo, usen la amarilla’”, remató.
Creer o reventar, al fin de cuentas, de eso se alimentan estas historias. En Estudiantes, en algún momento, ya era hasta visible la presencia al lado del banco de suplentes del Brujo Manuel de Gorina, que falleció el año pasado, y que también había “ayudado” a la Selección Argentina a su clasificación al Mundial de Rusia 2018, el día que Messi metió tres goles ante Ecuador en Quito. Y en Boca, el Pincha tiene algunos lazos. En el Consejo y también en la cancha.