Dan Caine dio detalles del ataque a Irán. Fue la operación “Martillo de Medianoche” y se usaron por primera vez las bombas “rompebúnkeres” GBU-57.
En una operación militar denominada «Martillo de Medianoche», Estados Unidos ejecutó un ataque coordinado contra tres instalaciones nucleares estratégicas iraníes. El ataque ocurrió en la madrugada del sábado, según confirmó el general Dan Caine durante una conferencia de prensa desde el Pentágono.
La operación, liderada por el general Eric Kurilla, fue definida como una misión compleja de alto riesgo, cuidadosamente planificada y ejecutada. Su principal objetivo fue degradar significativamente las capacidades nucleares de Irán mediante ataques precisos contra los centros estratégicos ubicados en las ciudades iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán.
El ataque involucró el despliegue de siete bombarderos furtivos B-2 Spirit provenientes directamente de territorio estadounidense. Cada uno de estos bombarderos portaba dos tripulantes y empleó armamento especializado conocido como Penetradores de Artillería Masiva (GBU-57). En total, fueron lanzadas 14 bombas de este tipo, de aproximadamente 13.600 kilogramos cada una, constituyendo su primer uso operacional.
Además de los bombarderos, la operación involucró un submarino estadounidense ubicado en la zona de responsabilidad del Comando Central, que lanzó más de dos docenas de misiles crucero Tomahawk para neutralizar la infraestructura de superficie en Isfahán. La coordinación entre estos ataques buscó mantener el elemento sorpresa hasta el último momento, permitiendo al equipo estadounidense entrar y salir del espacio aéreo iraní sin enfrentar resistencia.
El operativo contó con el respaldo integral de diversos comandos militares estadounidenses, incluyendo al Comando Estratégico, el Comando de Transporte, el Cibercomando, el Comando Espacial, la Fuerza Espacial y el Comando Europeo. En total, participaron más de 125 aeronaves, incluyendo cazas avanzados de cuarta y quinta generación, aeronaves cisterna para reabastecimiento en vuelo y aeronaves dedicadas a inteligencia y vigilancia.

El general Caine destacó que no se detectaron intentos de defensa por parte de Irán durante la operación. No hubo despegue de cazas iraníes, y los sistemas antiaéreos iraníes no reaccionaron durante la incursión aérea estadounidense, lo que permitió que la misión se ejecutara con un éxito total en términos operativos.
Respecto a los daños causados, el general aclaró que aún está en curso una evaluación exhaustiva, aunque las valoraciones iniciales indican que los tres sitios atacados sufrieron graves daños. Este ataque constituye el mayor uso operacional de bombarderos B-2 desde su creación, superado en duración únicamente por misiones ejecutadas inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En total, las fuerzas estadounidenses desplegaron aproximadamente 75 armas guiadas de precisión en esta operación, demostrando un nivel excepcional de coordinación multidominio y global. Según el general Caine, esta capacidad refleja el poder militar único de los Estados Unidos en términos de alcance, precisión y rapidez de ejecución estratégica.
Tras la operación, Estados Unidos ha elevado significativamente las medidas de protección de sus tropas en la región, especialmente en Irak, Siria y el Golfo, anticipando posibles represalias iraníes. Las fuerzas estadounidenses permanecen en alerta máxima y están preparadas para responder a cualquier agresión contra su personal o intereses en la zona.
En palabras del general Caine, la operación “Martillo de Medianoche” no solo demostró la capacidad única de Estados Unidos para realizar ataques estratégicos precisos, sino que también resaltó la excepcional disciplina operativa del personal involucrado. Finalmente, el portavoz del Pentágono pidió mantener en consideración y apoyo a todos los militares desplegados en la región que continúan en alerta máxima ante cualquier eventualidad derivada de la operación.