El delantero no fue utilizado en la serie de octavos ante Inter en la que el Millo quedó eliminado y su participación bajó desde el polémico posteo. Con este presente, puede buscar emigrar aunque con la salida de Beltrán, el panorama podría cambiar.
Con la partida de Lucas Beltrán confirmada rumbo a la Fiorentina, River perderá a su centrodelantero titular y en Núñez ya empiezan a pensar en su sucesor. Hasta hace unas semanas todo indicaba que el nueve suplente era Miguel Borja, quien ha convertido goles cada vez que ingresó, pero en la actualidad el colombiano transita una situación particular: ha sumado pocos minutos en los últimos compromisos y su futuro es incierto.
Mientras la dirigencia del Millo busca reducir el plantel de cara a un semestre en el que afrontará solo Copa de la Liga, el atacante es uno de los que figura en la lista de posibles bajas. Hay un antes y un después de su historia en Núñez. Desde su polémico posteo en redes sociales cuando fue al banco ante Rosario Central, el día en que Martín Demichelis optó por un equipo alternativo y ni siquiera lo incluyó, su participación bajó drásticamente.
Ese día ingresó 11 minutos en Arroyito, volvió a repetir ante Racing en la última fecha, con el equipo ya campeón que se impuso por 2-1 y jugó solo un cuarto de hora. Pero lo que más llamó la atención es que no fue considerado en la serie de Copa Libertadores ante Inter. En la ida en el Monumental, ni siquiera hizo la entrada en calor.
Con 48 partidos y 17 goles, resulta extraño que ni siquiera haya sido considerado para ingresar en la victoria ante el Colorado cuando River comenzó abajo en el marcador y lo dio vuelta recién en el complemento. Similar fue lo que sucedió en la revancha en Brasil. El Millo perdía 2-0, se quedaba afuera y el entrenador hizo cuatro modificaciones, pero el único atacante que entró fue Facundo Colidio.
Pese a que a lo largo del ciclo de Demichelis el indiscutible por nivel y actuaciones ha sido Beltrán, el ex-Junior de 30 años era la primera opción por encima de Salomón Rondón, uno de los que llegó a pedido de Micho que lo conoce de haber sido compañeros en Málaga. Con esto no hay que descartar que busque emigrar.
El colombiano, con contrato hasta 2025, cuenta con una cláusula que decrece a medida que pasa el tiempo. Es decir, el equipo que quiera llevarse al N°9 deberá desembolsar diez millones de la moneda estadounidense hasta el 31 de diciembre del 2023, ocho millones hasta el 31 de diciembre del 2024 y cuatro millones hasta el último día del 2025.