Una tragedia sacudió a la localidad de Guaíba, en las afueras de Porto Alegre, cuando el cuerpo de una nena de 9 años fue hallado en un contenedor de basura por un cartonero. La policía detuvo a la madre de la menor, acusándola de homicidio doloso calificado.
El fiscal Rafael de Lima Riccardi indicó que la madre, Carla Carolina Abreu de Souza, no solo no protegió a su hija, identificada como Kerollyn Souza Ferreira, sino que también la puso en peligro al administrarle medicamentos de forma inapropiada.
En su declaración ante la policía, Carla confesó que le dio un sedante a la niña horas antes de que fuera encontrada sin vida. La investigación reveló que Kerollyn había consumido un gramo de clonazepam y también risperidona. Las causas exactas de la muerte aún no se han esclarecido.
Carla explicó que ella también había tomado clonazepam y que ambas se quedaron dormidas. Al despertar alrededor de las 7 de la mañana, notó que la niña no estaba en casa, tomó más pastillas y volvió a dormir.
La madre también ha sido denunciada por maltratar a Kerollyn y a otros tres niños. “La muerte de Kerollyn es una consecuencia directa de la conducta de la madre, quien permitía rutinariamente que su hija deambulara por las calles sin supervisión, además de haberle suministrado un sedante no recetado con consecuencias imprevisibles para la niña”, afirmó Riccardi.
Según la Justicia, la madre sometió a su hija a intensos sufrimientos físicos y psíquicos. La investigación también señaló que la niña fue víctima de “negligencia y agresión extrema”, con características de tortura. En al menos una ocasión, la niña fue llevada al hospital por una lesión en la cabeza. La madre afirmó que se había caído de una bicicleta antes de admitir que la había golpeado con una espumadera de metal.
El padre de la víctima, Matheus Ferreira, fue denunciado por abandono material al no ocuparse de su hija pese a las intervenciones de la red de protección y el deseo de la menor de retomar el contacto con él. También podría ser juzgado por delitos conexos por el Tribunal de Jurado.
En una entrevista con TV Globo, Ferreira comentó que se enteró de la muerte de su hija por los vecinos. “La niña dormía en la calle, la niña comía comida de la basura, me dijeron los vecinos. Era una situación de la que no estaba consciente, no estaba consciente de lo que estaba pasando”, expresó.
“Siempre le dejé en claro a la madre: ‘si no quieres cuidar a la niña, si no tienes paciencia, entonces dámela a mí, que se quede conmigo, yo la cuidaré y no hay problema’. Nunca lo quiso, nunca lo aceptó”, lamentó Matheus.
Fernanda Cardoso, madre de uno de los compañeros de escuela de Kerollyn, declaró en una entrevista con RBS TV que había contactado al Consejo de Protección Infantil “más de 20 veces” para informar sobre la situación de la niña.