Brasil hizo historia en los Oscar al conseguir su primer premio

Brasil hizo historia al llevarse su primer Oscar este domingo con «Aún estoy aquí», el film dirigido por Walter Salles sobre la devastación de la dictadura militar, que se impuso en la categoría de mejor película internacional.

La cinta aborda la desaparición en 1971 del exdiputado Rubens Paiva (Selton Mello), y la estoica resistencia de su viuda Eunice Paiva, interpretada por Fernanda Torres, que perdió en la categoría a mejor actriz ante Mikey Madison (Anora).

«Esto va para una mujer que, tras sufrir una pérdida durante un régimen totalitario, decidió no doblegarse y resistir», dijo Salles al recibir la estatuilla.

«Y va también para las extraordinarias mujeres que la retrataron: Fernanda Torres y Fernanda Montenegro», agregó exhaltando a las actrices que la interpretan en la cinta. «Es algo extraordinario».

La producción basada en el libro homónimo del hijo menor del matrimonio, Marcelo Rubens Paiva, venció en la codiciada categoría a «Emilia Pérez» (Francia), «The Girl with the Needle» (Dinamarca), «The Seed of the Sacred Fig» (Alemania) y «Flow» (Letonia).

La cinta de Salles también estaba nominada a mejor película, pero perdió ante Anora.

Los brasileños, que no habían conquistado nunca el oro de Hollywood, celebraron las tres nominaciones de la cinta con el mismo fervor que dedican a sus triunfos en la Copa del Mundo.

El país ha competido en varias categorías de los Premios de la Academia, principalmente a mejor película internacional, donde fue nominado por última vez con «Estación Central», también bajo la batuta de Salles.

En aquella ocasión, la cinta también rindió una nominación a la categoría de mejor actriz a su protagonista, Fernanda Montenegro, madre de Torres y quien tiene una pequeña participación en «Aún estoy aquí».

Madre e hija son las únicas brasileñas en disputar una categoría de actuación en la gala.

«Aún estoy aquí» triunfó en el Festival de Venecia, donde se alzó con el reconocimiento a mejor guión, pero el camino al Óscar no se veía tan claro, compitiendo con la gran favorita «Emilia Pérez», el musical sobre un capo del narcotráfico que se somete a una cirugía de reasignación de género.

Pero cuando la cinta de Netflix se hundió por controversias con su protagonista y críticas a su retrato sobre México, «Aún estoy aquí» comenzó a ganar impulso.

En enero, Torres, de 59 años, fue galardonada con el Globo de Oro a mejor actriz, otro hito para su país.

«Entender el presente»

Aunque no es la primera película en retratar los duros años de la dictadura militar que controló Brasil entre 1964 y 1985, la producción de Salles ambientada principalmente en Rio de Janeiro desencadenó grandes emociones en el país.

Su éxito no sólo se volvió motivo de orgullo y llevó a miles a las salas de cine para enfrentar el pasado que enlutó a los brasileños, sino que trajo consecuencias concretas.

La corte suprema del país aprobó investigar las circunstancias de la muerte de Paiva y reabrió el debate sobre la ley de amnistía adoptada en 1979, que descartó castigar al régimen por las más de 400 muertes y desapariciones.

En enero, además, el registro civil alteró el certificado de defunción de Paiva que sólo fue emitido en 1996, a pesar de que desapareció en 1971 y cuyo cuerpo nunca fue encontrado.

En la primera versión, emitida tras una incansable lucha de su viuda Eunice, el exdiputado figuraba como desaparecido. En la nueva versión, tras la película, se establece que su muerte fue «no natural, violenta, causada por el Estado brasileño en el contexto de la persecución sistemática a la población identificada como disidente».

Carnaval

Para Torres, la película «trae una reflexión importante (…), toca el corazón de tirios y troyanos. Cualquiera que vea la película piensa: ‘Eso estuvo mal, esa familia no tenía que ser perseguida'», dijo a AFP.

Para Salles, este proyecto se presentó como «una oportunidad de mirar hacia atrás para entender de dónde venimos», dijo en entrevista a AFP.

«Pero al ver el crecimiento de la extrema derecha en Brasil a partir de 2017, percibimos que también era una película para el presente», agregó.

Brasil, que fue gobernado desde 2003 hasta 2016 por la izquierda, vio resurgir a la derecha en la figura del capitán retirado Jair Bolsonaro, quien triunfó en las urnas en 2018 y siempre manifestó su admiración por el régimen militar.

Aunque la izquierda volvió al poder en 2022 con Luiz Inácio Lula da Silva, el país continúa fragmentado, algo que también mostró la repercusión nacional de «Aún estoy aquí».

Voces de la derecha la atacaron, y llegaron a llamar a un boicot.

Pero el clima de fiesta y de orgullo nacional se impuso. Además de ser un éxito de taquilla en Brasil, la premiación de Hollywood será seguida en tiempo real en uno de los más importantes escenarios del país: el Sambódromo de Río de Janeiro, en su primera noche de desfiles de Carnaval.