El balotaje se realiza en 51 ciudades donde ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta el pasado 6 de octubre. En San Pablo, el alcalde derechista Ricardo Nunes es favorito frente a Guilherme Boulos, candidato de Lula Da Silva.
Brasil vuelve este domingo a las urnas para votar en la segunda vuelta de las elecciones municipales donde se ponen en juego las alcaldías de 51 ciudades, incluidas 15 de las 27 capitales de estado, en las que ningún candidato obtuvo la mayoría absoluta en los comicios del 6 de octubre.
Estas elecciones son consideradas un test para el presidente Luiz Inácio «Lula» da Silva y el exmandatario Jair Bolsonaro de cara a las presidenciales de 2026. La primera vuelta fue ampliamente favorable a la derecha y especialmente al Partido Liberal (PL).
«Lo que está en juego en esta segunda vuelta es la redistribución de las cartas de poder entre los partidos de derecha y de centroderecha de Brasil», explicó a la AFP el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad del estado de Río de Janeiro, Geraldo Monteiro.
En nueve de las capitales de estado se prevé una segunda vuelta muy ajustada. En Fortaleza (noreste) y Cuiabá (centroeste) el duelo es entre candidatos del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula y el PL de Bolsonaro, que ya consiguió dos capitales en la primera vuelta.
El foco está puesto en San Pablo, la mayor ciudad de América Latina y capital económica de Brasil, donde el alcalde derechista Ricardo Nunes es favorito frente a Guilherme Boulos, candidato de Lula. El último sondeo del instituto Datafolha le da al candidato de Bolsonaro un 57% de las intenciones de voto frente a 43% de su rival.
A diferencia de la primera vuelta, Lula, que cumple 79 años este domingo, no pudo hacer campaña junto a Boulos debido al accidente doméstico que sufrió el 19 de octubre. El presidente brasileño se vio obligado a limitar su agenda a Brasilia y no podrá desplazarse para votar en Sao Bernardo do Campo, en la periferia de San Pablo.
Por su parte, Bolsonaro tuvo una presencia discreta en la campaña y, debido a eso, fue criticado por algunos de sus aliados. En San Pablo, el liderazgo de Nunes en la primera vuelta se atribuyó sobre todo al apoyo del gobernador local, Tarcisio de Freitas, quien suena como candidato presidencial de la derecha para 2026.