Recién salido de la cárcel, el humorista rompió el silencio y aseguró que tiene pruebas que lo beneficiarían en el juicio que enfrenta por violencia de género contra su ex pareja, Verónica Macías.
Cacho Garay volvió a su casa después de que la Justicia le concediera prisión domiciliaria. El humorista está acusado de violencia de género en contra de su ex pareja Verónica Macías, quien ya había expresado su descontento con la decisión en los medios.
Recién salido de la cárcel, Garay rompió el silencio este viernes 28 en «A la tarde» (América) y aseguró que la decisión de concederle el beneficio de la domiciliaria «no se basa solamente en el estado de salud, que no es el más óptimo, sino que también tienen que ver seguramente las pruebas que hemos aportado hasta el momento en esta causa».
Acompañado por su abogado a lo largo de toda la entrevista, Cacho volvió a recalcar que se declara inocente frente a todas las acusaciones, que incluyen abuso sexual y privación ilegitima de la libertad. «Soy totalmente inocente, de todo lo que he escuchado que se me acusa», aseguró.
El humorista confesó que los problemas de salud que ya tenía se agravaron como consecuencia de su paso por la cárcel, donde estuvo privado de su libertad un año. «Se ha producido un deterioro propio de una situación como la que me ha tocado vivir y que hoy estoy viviendo. Me trae un poco de tranquilidad el hecho de no estar recluido»
«Tenemos muchos elementos y muchas pruebas más que contundentes que todavía no nos han sido requeridas. [Esas pruebas] van a sumar muchísimo y van a poner luz sobre la verdad, que es lo que nos interesa a nosotros (…) lo que me interesa es que se sepa la verdad», agregó Garay.