Tras el acuerdo del cese el fuego y el intercambio de 20 rehenes por casi 2000 detenidos palestinos, el caos sigue golpeando a Gaza.
La fase uno del tratado ya se cumplió casi en su totalidad, pero la situación en el enclave está lejos de normalizarse.
Milicianos de Hamas se enfrentan en algunos sectores del enclave con clanes rivales respaldados por Israel durante la guerra. El grupo islámico los acusa de traición. Hubo tiroteos, asesinatos y también ajusticiamientos cruzados.
La liberación de los 20 rehenes vivos a cambio de 2000 detenidos palestinos marcó el fin de la primera etapa del acuerdo. Pero Hamas liberó a solo cuatro de los 28 cuerpos de cautivos que siguen en Gaza.
El grupo integrista dijo que desconoce dónde está el resto. En Israel se alzaron voces sobre un incumplimiento del pacto.
Pero ya no hay bombardeos ni ataques selectivos en la Franja de Gaza. La ayuda humanitaria comenzó a entrar en el enclave y los palestinos intentan volver a las ruinas de lo que alguna vez fue su hogar.
“La situación en el terreno es muy difícil. Mucha gente regresó a sus hogares en la Ciudad de Gaza cuando se anunció el cese el fuego, pero encontraron sus casas destruidas, sus barrios arrasados.
No hay agua, no hay electricidad ni nada que les permita sobrevivir y enconces muchos deciden irse otra vez al sur de la Franja“, dijo la periodista gazatí Ameera Harouda.
El camino es arduo. Hay pocos automóviles en condiciones de hacer el recorrido. Alquilarlos sale muy caro. “No hay dinero para pagarlo”, dijo. Las familias se trasladan a pie o en carros tirados por burros. Las rutas están destruidas.
Además, los hospitales están colapsados. No hay equipos médicos, falta personal y no hay medicinas. “Hay mucha gente que necesita operaciones urgentes o medicamentos que no están disponibles”, afirmó.
En el enclave aún reina el caos.
“El domingo llegaron algunos camiones con frutas y verduras. La policía no pudo proteger el proceso de distribución y hubo personas que tomaron la mercancía. Afortunadamente, hoy entró más ayuda”, dijo Harouda. Se espera que el flujo de camiones con comida y medicamentos siga fluyendo en los próximos días.