En tanto, cinco de los efectivos recusaron al juez de instrucción Martín Del Viso por falta de imparcialidad y aseguran que actúa amenazado por la querella.
El fiscal que investiga el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años baleado por un Policía de la Ciudad en el barrio porteño de Barracas cuando iba con tres amigos en un auto, pidió agravar por el delito de «torturas» las imputaciones de seis efectivos que se encuentran detenidos por el encubrimiento del homicidio, al solicitar que sean procesados con prisión preventiva, informaron hoy fuentes judiciales.
Así lo requirió el fiscal de Instrucción Leonel Gómez Barbella, al juez de la causa, Martín del Viso, al considerar que Lucas fue quemado con un cigarrillo «mientras agonizaba» en el auto instantes antes baleado, al tiempo que sus amigos permanecieron esposados, tirados en la cinta asfáltica en calidad de detenidos y fueron sometidos a «actos de torturas».
En tanto, los seis efectivos negaron ante la Justicia haber sido parte de una trama para encubrir el crimen cometido por otros tres uniformados de la Policía de la Ciudad.
Todos fueron indagados nuevamente por el juez de instrucción Martín del Viso y el fiscal Leonel Gómez Barbella, a horas de que se defina sus situaciones procesales.
Fabián Du Santos dijo que «nunca» tuvo contacto con los tres amigos de Lucas ni con éste en particular, que sólo se acercó a aquellos para preguntarles si necesitaban algo e interrogarlos sobre si habían sido golpeados por personal policial.
Según declaró, tuvo a cargo el armado del perímetro sobre el lugar donde ocurrió el crimen del futbolista de 16 años, y hasta le permitió el acceso a Ricardo, el papá de uno de los chicos y lo acompañó para que pueda estar junto a su hijo y abrazarlo.
Por otro lado, Juan Romero aseguró que al momento en que mataron a Lucas en Barracas, él estaba en la localidad de Padua, a unos 40 kilómetros de distancia.
«Cómo puedo causar tormentos físicos y psicológicos», ironizó ante el juez y el fiscal.
Además, aclaró que no hubo demora en dar aviso a la Justicia: sino que primero llamó a las 11:00 al Juzgado de Menores y como éste no aceptó inicialmente la competencia, llamó a Instrucción y luego al Fuero Contravencional.
Romero aseguró que del Juzgado de Menores llegaron al lugar a las 12:20 y que por ello no hubo demora alguna más allá de la de la propia Justicia en aceptar qué fuero debía intervenir en función de la competencia.
En esa línea declaró Roberto Inca, otro de los policías detenidos, quien dijo que 11:30, o sea más de una hora después del crimen, llamó al Juzgado y también detalló que tuvo que llamar a varias dependencias hasta que aceptaran el caso.
«Las consultas las hice todas seguidas», aseguró en referencia a los llamados para dar aviso a la Justicia.
Por su parte, el policía Héctor Cuevas dijo que llegó al lugar creyendo que había un enfrentamiento armado: «Creía en mis compañeros», afirmó.
«Los tratos que recibieron los chicos (los amigos de Lucas, ndr), no fueron de mi parte, en ningún momento dialogué con ellos», aseguró para negar cualquier tipo de tormentos o amenazas hacia ellos, mientras que también dijo que él llamó al SAME porque «la prioridad era la integridad física de los chicos».
Las policías Micaela Fariña y Lorena Miño dijeron que a ambas les ordenaron cortar el acceso vehicular a 100 metros del lugar donde mataron a Lucas.
Antes de ello, estuvieron a varios metros de donde estaban detenidos los tres amigos de aquel y que sólo los tranquilizaron asegurándoles que habían llamado ya a la ambulancia para asistirlos.
Ahora, el juez Del Viso debe resolver la situación procesal de todos ellos y mientras tanto hay un pedido fiscal para detener a otros ocho policías acusados de formar parte de la trama de encubrimiento, no sólo porque inicialmente se quiso plantar que Lucas murió producto de un enfrentamiento armado que no existió, sino porque dentro del vehículo en el que se trasladaba se descubrió que se colocó un arma para vincularla a la víctima.
Además, se investigan amenazas y privación ilegítima de la libertad de los tres amigos que iban con él, quienes estuvieron detenidos varias horas.
Recusaron al juez y piden apartarlo
Por otro lado, cinco de los policías recusaron al juez de instrucción Martín Del Viso por falta de imparcialidad y aseguran que actúa amenazado por la querella.
Se trata de Fabián Du Santos, Juan Romero, Roberto Inca, Micaela Fariña y Héctor Cuevas, a través de una presentación realizada por su abogado Fernando Sicilia, a la vez que dijeron que no confían en el criterio del juez y pidieron apartarlo.
La presentación fue hecha luego de que ampliaran sus indagatorias, y en momentos en que el juez está por definir si procesa o no a estos seis policías acusados de encubrir el crimen e intentar plantar la teoría que existió un enfrentamiento armado.
«Los testigos no reflejan lo que el fiscal volcó en el acta de la reconstrucción del hecho» que se hizo una semana atrás.
«No confían en quien puede ser ‘juez y parte’ de su propia negligencia en la actuación que se le reprocha a mis asistidos», sostuvo el legrado en la presentación.
Ahora, Del Viso debe evaluar si acepta o no la recusación y luego la misma debe ser evaluada por la Cámara del Crimen porteña en caso de ser rechazada.
Además, la defensa de los policías asegura que el juez actúa «acusado por la querella» la cual «amenaza con juicios políticos» y «luego se transforma en un ratificador de los pedidos del fiscal y la querella».