Chiquito Romero, a fondo: dardo a la dirigencia de Racing, el desplante de Sampaoli en la Selección y una gran anécdota con Ibrahimovic

Sergio Romero es uno de los grandes artífices de la clasificación de Boca Juniors en la Copa Libertadores. Clave en los penales, Chiquito mantiene viva la esperanza de los hinchas de conquistar la Séptima. En una entrevista a fondo con F10 por ESPN, el arquero de 36 años no esquivó ningún tema acerca de su estupenda trayectoria. Su agradecimiento a Riquelme por el llamado que le permitió “relanzar su carrera”, los dardos a los dirigentes de Racing que no le dieron “bola” y no se acercaron “ni a saludar” y un mensaje que ilusiona a los simpatizantes de la Academia: “No le cierro las puertas”.

Entre otros temas, Sergio Romero también se refirió a su postura sobre la selección argentina, donde guarda una marca histórica, y el deseo de volver. “Uno hace el esfuerzo diario en el club para que le vaya bien y luego teniendo la esperanza de volver a estar en la Selección. Siempre está el bichito, pero tenemos a Dibu que está pasando por un momento espectacular, Musso, el Negro Benítez que se merecían estar. Una lástima por Rulli por el hombro que tiene lesionado”. Y aclaró que la ansiedad por retornar nunca la va a perder. “La ansiedad por la Selección la tengo desde los 17 años. Nunca le voy a decir que no a la Selección. Una vez me preguntaron si me iba a retirar en Racing y le dije que ‘antes de hacerle mal a Racing, volvía como hincha’. Si la rodilla no me respondía le iba a decir a Román, ‘gracias, pero me voy a mi casa’. Lo mismo me pasa con la Selección”.

Además, reveló el contrapunto que tuvo con Jorge Sampaoli y el desplante del por entonces entrenador de la Albiceleste que lo desafectó para el Mundial de Rusia 2018. “Fue el 21 de mayo que nos reunimos con Jorge al mediodía. Tenía un pedazo de cartílago que sacar y le puse mi rodilla a disposición. El camino uno era que me saque ese pedazo y cerrar la herida; el segundo era tomarme el tiempo para ver con quién me lo hacía que era una limpieza más profunda. Le dije, ‘pongo mi rodilla a tu disposición junto al Dr. Martínez, que me conocía desde cuando entré a la AFA en 2005. Me pidió tiempo y tras el entrenamiento me llamó y me dice: ‘ya vuelvo, que tengo que hablar con el doctor.’. Me quedé ahí solo. Luego vino, y me dice ‘el doctor no me asegura que en dos semanas vas a estar dentro de la cancha’. Le dije, ‘Jorge, eso no te lo puede asegurar nadie’. Me dijo, yo no puedo esperar, lamentablemente te tengo que desafectar. Él se sorprendió que yo le haya dado la mano y me fuera. En el momento, cuando llegué a mi casa fue difícil entenderlo. Saqué las cuentas y tenía un mes para poder llevarme contando el primer partido que fue el 16 de junio. No sé si prefería a otro arquero. Él había venido a mi casa a explicarme muchas veces lo que quería”.

Chiquito Romero cuenta el desplante de Sampaoli en la Selección

Chiquito también contó un gran gesto que tuvo pese a no jugar tanto con José Mourinho para con él y su familia. “Fue complicado. Entrenaba de lunes a viernes pensando que iba a llegar el sábado y que José me iba a decir ‘vas a jugar vos’. Lamentablemente me tocó estar muchos partidos de suplente. Lo encaré a José Mourinho porque como persona es extraordinaria. Me mandó un mensaje felicitándome después de que pasamos contra Nacional. Está del otro lado del mundo y me escribió. Con esas personas son las que uno se cruza en la vida y son personas espectaculares. Tengo la mejor con él, en su momento tuve un problema y tenía que viajar por mi familia y me dijo que me tomara todo el tiempo que necesitaba, que la familia es más importante que cualquier cosa”.

Y una imperdible anécdota con Marcos Rojo y Zlatan Ibrahimovic en el Manchester United. “Un día nos hizo calentar mucho. El equipo estaba bajo y Mourinho le dijo que hiciera algo para levantar el entrenamiento. Nos empezamos a putear mal con él porque nos provocó. El resto que entendía español nos miraba pensando que ‘esto iba a terminal mal’. Se puso tan picante el entrenamiento que nos dábamos con todo. Al final, se acercó y me dijo ‘esto es lo que necesitábamos, que saquen el sudamericano de adentro, el argentino de adentro, que si hay que cagarnos a puteadas para levantar el entrenamiento lo hacemos todos los días’”.

Y agregó: “No me arrepiento de haberme ido del Manchester United porque la película podría haber terminado como terminé en Venezia. Me decían ‘fuiste el arquero con más atajadas’, pero me metían cuatro goles. Sabía que si me quedaba iba poder atajar bien. Cuando vos tenés un monstruo por delante como David de Gea que es un grande, es difícil”.

Sobre el final, el arquero de Boca Juniors recibió cálidos mensajes de dos históricos guardametas xeneizes, como el Pato Abbondanzieri, con quien compartió vestuario en la Selección, y Óscar Córdoba. “A Óscar cuando lo conocí me dio un abrazo como si me conociera de toda la vida en la despedida de Riquelme. El Pato me ayudó mucho en mis primeros tiempos en la Selección”. También mostró las reliquias de su museo y habló del reto de su esposa Eliana Guercio por el clamor popular que recibe cada vez que le toca salir de su casa. “Mi mujer se enojó porque tenía todas camisetas guardadas en un bolso y me dijo que las cuelgue. Tengo muchas de mis amigos como Gago y Di María”.

“Ángel (Di María), lejos está entre los mejores jugadores de la historia de la Argentina. Se perdió la final de 2014 e hizo todo para volver estar. Tuvo suerte hacer goles en todas las finales que jugó”, concluyó sobre el Fideo.