La intendenta evitó la polémica con la oposición, y consideró que con el agua se producirá «un cambio de vida para los charatenses». Si bien por el momento no está autorizado el consumo humano del líquido, estimó que «en unos pocos días» podrá ser ingerida por los vecinos de la localidad.
La intendenta de Charata, María Luisa Chomiak, valoró la concreción de la llegada del agua potable a la localidad y, tras la polémica desatada por los cuestionamientos de la oposición, que llegó incluso a los medios de comunicación nacionales, aseguró que «vivimos este acontecimiento con mucha emoción y sin entrar en discusiones porque los que trabajamos todo el día no tenemos tiempo para las polémicas: sentimos una alegría tan grande que nada ni nadie la va a empañar», sintetizó
En declaraciones a Radio Provincia, la jefa comunal recordó que «la llegada del agua era muy esperada, hay que tener en cuenta que Charata tiene 107 años, así que imagínense cuánta gente soñó con vivir este momento a lo largo de estos años». «Hoy tenemos una alegría inmensa por poder contar con agua potable, que llega desde el río Paraná, como se disfruta en Resistencia u otras ciudades de la provincia que disfrutan de esto desde hace mucho tiempo», explicó.
La intendenta aclaró, de todas maneras que, por el momento, no es aconsejable ingerir el agua ya que se está llevando adelante el proceso de desinfección de las cañerías que requiere el traslado de agua a través de las redes. «Charata se ha preparado par recibir al acueducto, tenemos kilómetros de redes domiciliarias, lo que permite tener agua a todos los barrios, inclusos los que se encuentran más alejados del centro y esto nos provoca un gran orgullo», apuntó.
Chomiak indicó que la obra del Segundo Acueducto contempla la posibilidad de dotar con el líquido vital a 26 localidades del sudoeste, que se irán incorporando de manera progresiva. «Esta es una obra muy costosa, no sólo en tiempo sino también en recursos porque se trata de más de 530 kilómetros que hubo que canalizar para llegar al sudoeste y continúa en proceso, de hecho ya ha pasado General Pinedo, Hermosos Campo y a las demás localidades de esa región de la provincia», valoró.
La intendenta estimó que, en pocos días más, los vecinos de Charata podrán incorporar el agua que hoy ya están utilizando para lavar la ropa o regar las plantas para el consumo en sus hogares. «Esto significa, nada más y nada menos que un cambio de vida para los charatenses», consideró.
Gestos y polémica
La intendenta aseguró que «cada uno expresa lo que tiene en su corazón», al reflexionar sobre la emoción mostrada por el gobernador, Jorge Capitanich, al momento de inaugurar las redes de agua y las críticas con que la oposición respondió a un hecho tan trascendente como esperado en la localidad.
«No se entienden los motivos por los que lanzan estas versiones para desinformar a la gente, pero la gente sabe que hacer más de 100 años se estaba esperando el agua en la ciudad y de allí la emoción tanto del gobernador como la de todos los charatenses», aseguró