Este domingo, cinco personas murieron y otras 16 resultaron heridas a causa de una explosión en Guayaquil, que el gobierno de Ecuador atribuyó al crimen organizado que golpea al país, informaron autoridades y organismos de socorro.
«Mercenarios del crimen organizado, que han narcotizado la economía durante mucho tiempo, ahora atacan con explosivos. No es un problema de la @PoliciaEcuador. Es una declaración de guerra al Estado», escribió en Twitter el ministro del Interior, Patricio Carrillo, al compartir la noticia, informaron el diario El Universo y la agencia de noticias AFP.
La explosión, cuyas causas aún no fueron precisadas por la policía, afectó también a ocho viviendas y dos autos, que quedaron destruidos, de acuerdo con el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR).
Fue una «explosión de proporciones», indicó a través de Twitter la Policía.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, enfrenta una oleada de criminalidad vinculada al tráfico de drogas, que deja escenas de terror con cuerpos decapitados y colgados de puentes al estilo de la modalidad utilizada por los carteles narcos de México.
Los enfrentamientos se extienden hasta las cárceles, donde desde febrero de 2021 se han producido siete matanzas con cerca de 400 muertos.
«O nos unimos para enfrentarlo (al crimen organizado) o el precio será aún más alto para la sociedad», advirtió Carrillo en su mensaje.
El más reciente reporte de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), publicado en junio, indica que Ecuador en 2020 decomisó 6,5% del total de la cocaína incautada en el mundo.
En 2021, Ecuador incautó el récord de 210 toneladas de droga, la mayoría cocaína. En el primer semestre de este año, los decomisos superan las 100 toneladas.
El año pasado la nación, con 18 millones de habitantes, cerró con una tasa de 14 asesinatos por cada 100.000 personas, casi el doble que en 2020.