Creimer fue convocada como perito de parte por el Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco para ser perito de parte en la investigación por el crimen de Josué Lago, el joven qom de 22 años que fue asesinado el 11 de junio pasado, en el barrio Los Silos de General San Martín.
Virginia Creimer, médica forense y especialista en medicina legal brindo detalles sobre su participación en la investigación por el crimen de Josué Lago, el joven qom de 22 años que fue asesinado el 11 de junio pasado, en el barrio Los Silos de General San Martín. La médica forense fue convocada por el Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco para ser perito de parte en la investigación por el crimen de Josué Lago, causa en la que el Comité se constituyó como querellante particular.
La médica forense y su equipo técnico realizaron ayer una visita a General San Martín donde se entrevistaron con familiares, testigos y la comunidad, además de iniciar los análisis en el lugar donde ocurrieron los hechos .
En declaraciones a Radio Provincia, Creimer destacó que su participación como perito de parte, “no comenzó ayer, sino que desde hace varios meses que se viene trabajando en el análisis de todo el material vertido en la investigación penal preparatoria”.
Junto con su equipo de la Consultora de Pericias Forenses, que está compuesto por diferentes profesionales interdisciplinarios como antropólogos, médicos, psicólogos, criminalistas y abogados se lleva adelante el análisis de los elementos y las causas.
Creimer que ayer estuvo en la localidad de General San Martin donde ocurrió el asesinato de Josué Lagos, consideró como absolutamente necesario, después del primer análisis, llegar a la comunidad y reunirse con ellos y escuchar que era lo que esta comunidad tenia para contar sobre los hechos.
“Cuando nos reunimos con la comunidad nos encontramos con un cuadro dramático”, dijo la médica forense, al recordar que este no es el primer caso de una muerte en manos de fuerzas de seguridad en el país, ni tampoco en la provincia, señalando como antecedente el caso de Sebastián Ponce de León – que aun no ha sido esclarecido -.
En este sentido, Creimer señaló que después de reunirse con los familiares y la comunidad a la que pertenecía Josué, se pudo constatar que su muerte no es el primer hecho de violencia y violación de derechos humanos contra la comunidad, sino que el hecho que culmina con una escalada de violencia que ya venía sufriendo esta comunidad.
“La comunidad tiene miedo y tiene razón en tenerlo, porque la investigación no se esta llevando como corresponde y existen inacción por parte del Ministerio Publico y la fiscal que nunca ha estado en el lugar de los hechos ni tampoco se ha acercado a hablar con estas familias ni con los testigos”, remarcó Creimer.
La médica forense marcó la importancia que tienen los protocolos y el contexto, además de buscar la voz en primera persona y conocer que vieron, que sintieron quienes forman parte contextual del hecho. “Desde nuestro punto de vista forense, sabemos que la ciencia adentro de un laboratorio y restringida a un microscopio o a una operación de autopsia no sirve de nada sino se contextualiza y se pone al servicio del pueblo y de la gente que es vulnerada”, apuntó.
“Si no le damos humanidad a la ciencia, esta no sirve para nada”, enfatizo a la par que de señaló que su equipo siempre que toma contacto con una persona vulnerada, el primer contacto – mas allá del análisis científico – hasta llegar a un diagnóstico, el primer contacto es un contacto humano”, enfatizó.
Detalle de las acciones realizadas en San Martín
La prestigiosa médica forense, en este acercamiento con la comunidad qom en General San Martin, estuvo acompañada por dos integrantes de su equipo que se dedican a la parte antropológica. “Justamente para realizar un enlace adecuado, acorde y respetuoso con la comunidad qom”, dijo.
El trabajo consiste – explicó – en una escucha atenta para construir una hipótesis del caso. En este caso fue fundamental la intervención de la interprete y de la Comisión Provincial de Prevención contra la Tortura .
“Pudimos constatar que la declaración que se les tomo – en su primer momento de la investigación a los pibes y la comunidad – era muy pobre en relación a la riqueza del relato que pudimos obtener nosotros ayer en el trabajo interdisciplinario con la comunidad”, agregó al asegurar que se encontraron muchos datos nuevos después de conversar con el padre de Josué, los referentes de la comunidad qom y otros testigos que no habían sido evaluados ni tampoco se le ha tomado todavía declaración.
“En medicina decimos que uno no busca lo que no conoce y si no lo conoce tampoco lo puede encontrar. En este caso se ve claramente. En este caso era imposible encontrar el relato en primera persona que señalaba quien disparo, como, donde estaba apostado, cuantos fueron los disparos”, dijo Creimer.
Hay que tener en cuenta – agregó – que no solo se analiza la muerte de Josué, sino que también hubo mucha gente herida con proyectiles de arma de fuego compatibles con un arma reglamentaria de la policía ( 9 mm) y proyectiles de posta de goma. “Y esto , la fiscal no lo ha tomado e incluido en la causa”, dijo Creimar al afirmar que no solo se debe investigar la muerte de Josué sino también las lesiones producidas a otras personas.
Creimer aseguro que también se realizó en General San Martin , un análisis preliminar en cuanto a la planimetría es decir ubicar en el campo, tiempo , el espacio y las dimensiones del lugar , desde donde se podía ver o no, escuchar o no, para comprender y dimensionar los relatos de los testigos. “Esto nos permite verificar la verosimilitud de los relatos”, aseguró.
También se verifico desde el punto de vista médico – legal a las personas que tuvieron heridas de armas de fuego o postas de goma. “Los disparos por armas 9 mm existieron no solo porque atravesaron el cuerpo de Josué quitándole la vida y de otras dos personas ( uno de los proyectiles quedo alojado dentro del cuerpo de una de ellas). El análisis que pude hacer sobre esta persona y su recuperación es muy importante para aportar evidencia a la causa”, agregó.
Virginia Creimer
Virginia Creimer tiene una extensa experiencia laboral y académica . Sus antecedentes abarcan distintas especialidades de la educación, la medicina legal, la bioética, la psicología jurídica y las ciencias forenses.
Participó en casos emblemáticos como el de Luciano Arruga, desaparecido desde el 31 de enero de 2009, tras haber sido detenido por la policía bonaerense, hasta el 17 de octubre de 2014, cuando su cuerpo apareció enterrado como “NN” en el Cementerio de la Chacarita. Y el de Facundo Astudillo, también desaparecido, pero desde el 30 de abril de 2020 previo a ser retenido por la policía de Buenos Aires, en una causa donde se sospecha que fue víctima de una desaparición forzada.
La participación de Creimer también fue clave en el juicio en el que condenaron a Luis Abelardo Patti por los crímenes de los dirigentes montoneros Osvaldo Cambiaso y Eduardo Daniel Pereyra Rossi. Se desempeñó además en el peritaje que imposibilitó uno de los intentos del genocida Miguel Etchecolatz de conseguir la prisión domiciliaria.
Especialista jerarquizada en medicina legal y clínica quirúrgica, Creimer es diplomada en psicología jurídica y forense. Actualmente se desempeña como docente en la cátedra de Deontología Médica y Medicina legal de la Universidad Nacional de La Plata y como profesora adjunta en las materias de Bioética y Género, Sexualidad y Reproducción en la Universidad Nacional Arturo Jauretche.