Cómo fue el festejo de Nahir Galarza y qué misterioso regalo recibió

La joven condenada por el crimen de su novio, Fernando Pastorizzo, recibió a su madre y a su hermano en la Unidad Penal Número 6 de Paraná, Entre Ríos. 

Con torta y música, y la visita de sus familiares. Así Nahir Galarza, la condenada a perpetua por el homicidio de su novio, Fernando Pastorizzo, celebró su cumpleaños número 24, en el que llamó la atención el envío de un ramo de rosas rojas que recibió la joven, el cual generó misterio respecto al emisor del romántico presente. 

En la Unidad Penal Número 6 de Paraná, Entre Ríos, donde cumple condena, la joven de 24 años recién cumplidos recibió varios regalos, tales como libros y bombones. Respecto a las misteriosas flores que le llegaron. Más tarde se supo que el autor del romántico gesto es un «muchacho enamorado de Nahir que la visita hace años, incluso antes de que la detuvieran». 

«Venía de Madrid hasta que en enero de este año decidió quedarse por ella”, dijo un allegado, quien puntualizó que «no es un novio, sino un enamorado». 

Además, el día de su cumpleaños, Nahir contó con la visita de su mamá Yamina y su hermano Aarón, de quienes tiene apoyo total. En lo que respecta a su padre, Marcelo Galarza, no quiso saber nada.

Cabe destacar que el 7 de enero pasado, la joven acusó a su padre, a través de su abogada Raquel Hermida Leyenda, de haber matado a Pastorizzo y de armar un plan para que ella pague por el homicidio. 

«Insiste en que el padre fue el tirador y que ella es inocente”, dijo Hermida Leyenda, de la Fundación Red de Contención, la abogada de la condenada por el crimen de Pastorizzo.

“Voy a decirte algo que nunca conté. Y no sabe nadie. Yo no lo maté a Fernando, fue mi papá. Quiero que lo acuses porque es el verdadero asesino”, le habría confiado Nahir Galarza a Hermida.

De tal manera, con su padre, Nahir mantiene una pelea, que hasta el momento, parece no tener retorno, al punto que la joven, «quiere cambiarse el apellido de forma urgente», según se lo habría manifestado a la psicóloga y a la psiquiatra de la cárcel. En ese contexto, también le aconsejaron ver a la asistente social.