Con la vuelta de Lema y la duda de Marcos Rojo, Diego Martínez perfila algunos cambios para la ida de los octavos de final contra el conjunto brasileño.
En medio de un mar de dudas y un presente irregular, Boca se juega el desafío más importante del año: recibe a Cruzeiro este jueves, desde las 21.30, en el marco de la ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana. Con Marcos Rojo entre los convocados y con chances de meterse en la formación titular pese a que llega al límite en la recuperación de su desgarro, Diego Martínez ya tiene en mente lo que pondrá en cancha para abrir la serie.
En primera medida hay que remarcar que el plan del entrenador es sostener a la base del once que viene de empatar con Independiente Rivadavia de Mendoza en una floja actuación colectiva. El cambio seguro será el regreso de Cristian Lema, quien dejó atrás la molestia muscular y se meterá en la zaga, en principio reemplazando a Nicolás Figal. Su dupla iba a ser Gary Medel -de acuerdo a lo que probó en el ensayo-, pero el capitán respondió bien en la activación y podría jugar.
La otra variante en la formación de Boca tiene que ver con el volante por la derecha. Brian Aguirre no convenció con su última presentación en Mendoza y Martínez optaría por darle la titularidad a Jabes Saralegui, quien se desempeña con más naturalidad en el puesto.
A diferencia del repechaje contra Independiente del Valle, ahora sí todos los refuerzos -salvo Ignacio Miramón, que no llegó a ser inscripto por una cuestión de tiempos- estarán a disposición del DT para la serie con Cruzeiro. No obstante, la baja sensible estará en el nombre de Aaron Anselmino. El defensor no podrá jugar ya que Chelsea envió el transfer y no fue anotado nuevamente en la lista de la Copa Sudamericana para esta instancia (recién lo podrían incluir para cuartos).