Humberto Muñoz Castro fue detenido al día siguiente del homicidio del defensor colombiano y condenado a 43 años de prisión, aunque su pena fue reducida a 23.
Andrés Escobar lo asesinaron por un gol en contra. El defensor de Colombia y de Atlético Nacional se había anotado un tanto en contra en la derrota de su selección por 2-1 ante Estados Unidos, que determinó la eliminación del elenco sudamericano de la Copa del Mundo de 1994. Diez días después, el 1 de julio, fue asesinado. Por el crimen detuvieron a Humberto Muñoz Castro, quien fue condenado a 43 años de prisión, pero esa pena luego se redujo a 23.
Durante la noche del asesinato, en una época en la que los crímenes violentos eran moneda corriente en Colombia, Escobar se encontraba en un restaurante de Medellín cuando fue abordado por dos hermanos narcotraficantes, Pedro David y Juan Santiago Gallón Henao, quienes lo insultaron por su error en el Mundial. La discusión se intensificó y el conductor de los hermanos, Humberto Muñoz Castro, disparó seis tiros contra Escobar, matándolo instantáneamente.
Andrés Escobar, antes de regresar a Colombia, había sido aconsejado que todavía no regrese al país, que haga viajes y que espere que las “aguas se calmen”. Pero Escobar hizo caso omiso y terminó asesinado.
Además del autor material del homicidio, los hermanos Gallón también fueron condenados por encubrimiento, pero solo cumplieron unos meses de cárcel. Tras algunos interrogatorios, Muñoz confesó el crimen, pero dijo no saber a quién mataba. A pesar de que fue detenido en la cárcel Modelo de Bogotá, quedó en libertad en 2005.
La muerte de Andrés Escobar conmocionó a Colombia y al mundo del fútbol a tal punto que se volvió un símbolo de la violencia que azotaba al país en ese momento y de los peligros que enfrentaban los deportistas.
Fue tal la repercusión que tomó el caso que incluso hay una serie inspirada en ese acontecimiento que se llama «Goles en contra» y se puede ver en Netflix. En la misma se cuenta el contexto social y político en el que se desarrolló la carrera de Escobar y su trágico final.
Cabe remarcar que además de su camino en el fútbol, el marcador central siempre se involucró en aspectos que excedían al deporte porque nunca dudó en apoyar causas sociales y luchar contra la pobreza, al aprovechar su figura icónica del fútbol colombiano. Su talento, su elegancia y su compromiso social lo convirtieron en un ídolo para las generaciones venideras.