El Presidente lo presentará el 10 de diciembre en la Casa Rosada. Pondrá en valor los esfuerzos de la sociedad frente al ajuste y los resultados en materia económica, política y social del programa de Gobierno. También, proyectará un 2025 de fuerte crecimiento. En el oficialismo esperan un fin de año más calmo, pero con una luz amarilla en el Conurbano.
Según fuentes cercanas al Gobierno, en el discurso, Milei destacará los esfuerzos de la sociedad frente al programa de estabilización económica que logró frenar la inflación, el déficit fiscal crónico y el «dólar fuga», además de reactivar el crecimiento, el empleo y los ingresos. También se hará un repaso detallado de los cambios políticos ocurridos en los últimos doce meses y se subrayarán los avances alcanzados, a pesar de los desafíos.
“La sociedad ha realizado sacrificios importantes, y esos esfuerzos se ven reflejados en los resultados del programa económico. Hemos logrado frenar la inflación y estabilizar la economía para encarrilar el país hacia un camino de crecimiento sostenido”, afirmó una fuente oficial que habló en términos de confianza en los logros alcanzados hasta el momento.
Este discurso será muy diferente al de su asunción el 10 de diciembre de 2023, cuando, frente al Congreso Nacional, lanzó duras críticas al sistema político y a la casta dirigente, con frases como “no hay plata”, “no a la casta” y “el que las hace las paga”. Desde aquel momento, su mandato ha estado marcado por un enfoque disruptivo tanto en forma como en fondo, con medidas económicas agresivas y un estilo que ha logrado resaltar frente al establishment.
En el oficialismo, el clima para cerrar el año es de euforia. Las tensiones sociales, aunque presentes, parecen haber disminuido, gracias a la implementación de planes sociales que, según el Gobierno, han llegado «sin intermediarios y sin avivadas». Sin embargo, las tensiones en el Conurbano siguen siendo una preocupación, especialmente en lugares como La Matanza, donde la resistencia kirchnerista sigue siendo fuerte. “Tenemos un ojo puesto en La Matanza, donde vemos algunas cosas que no nos gustan”, reveló una fuente de la Casa Rosada.
Por otro lado, el clima político se muestra tranquilo, aunque las tensiones internas dentro de la coalición oficialista siguen siendo palpables. La disputa por la «Ficha Limpia» y la acusación de un pacto de impunidad con Cristina Kirchner generaron algunos roces, especialmente con Mauricio Macri y parte de la dirigencia de Juntos por el Cambio. Según fuentes del Gobierno, estas diferencias no afectan la marcha del Ejecutivo, que sigue adelante con su agenda, aunque con algunos reparos sobre las posturas del ex presidente.
Una de las principales preocupaciones para el Gobierno sigue siendo la cuestión judicial, especialmente en relación con la Corte Suprema. «Estamos en un 5 de 10», admiten desde la Casa Rosada, reconociendo que aún queda trabajo por hacer en este frente. Se espera que, con el inicio de la feria judicial, se logren avances en la negociación para llenar las vacantes del máximo tribunal, aunque algunos ya descartan un desenlace antes de fin de año y prevén el uso de un decreto de necesidad y urgencia si fuera necesario.