Con la presencia de sus padres, se hace la reconstrucción del crimen de Lucas González

Será este miércoles a las 9:30, en el mismo lugar del barrio porteño de Barracas, donde policías de la Ciudad lo mataron de un disparo en la cabeza el pasado 17 de noviembre, tras interceptar el vehículo en el que se trasladaba junto a otros tres adolescentes.

La reconstrucción del crimen del futbolista Lucas González se realiza este miércoles, tras un pedido efectuado por el fiscal de la causa, Leonel Gómez Barbella, y del juez de Instrucción Martín Del Viso, con algunos compañeros del equipo Barracas Central, también baleados, y personal policial investigado por supuesto encubrimiento.

En ese sentido, se lleva a cabo desde las 9:30 en el mismo lugar del barrio porteño de Barracas, donde policías de la Ciudad lo mataron de un disparo en la cabeza el pasado 17 de noviembre, tras interceptar y disparar contra el vehículo en el que se trasladaba junto a otros tres adolescentes.

Asimismo está previsto que participen de la misma los amigos de Lucas, los padres de los cuatro chicos y testigos.

Según la investigación, el hecho sucedió el 17 de noviembre cerca de las 9:30, cuando Lucas y sus tres amigos, todos de 17 años, salieron de entrenar del club Barracas Central a bordo de un Volkswagen Suran azul y cuando se detuvieron a comprar en un kiosco fueron abordados por un Nissan Tiida de la Brigada de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.

Ese día los policías, que trabajaban de civil por tareas antinarcóticos, dijeron que vieron sospechoso el auto, lo siguieron unos metros y decidieron frenarlo. Los chicos, al estar aquellos sin identificar, creyeron eran delincuentes y retomaron la marcha, y ahí es cuando comenzaron los disparos por parte de los tres policías (Juan José Nieva, Fabián Andrés López y Gabriel Alejandro Issasi).

Lucas recibió un tiro en la cabeza que le provocó la muerte poco después en el hospital El Cruce, de Florencio Varela, al tiempo que sus amigos fueron inicialmente detenidos como si fueran delincuentes, aunque al día siguiente quedaron en libertad.

La controversia es que según los policías, detenidos y acusados por homicidio agravado, ellos sí se identificaron con la voz de alto y portaban chalecos anti balas. Los chicos negaron eso y dijeron que para ellos eran delincuentes.

En tanto, entre el sábado y el lunes siguiente apresaron a los seis efectivos acusados de encubrimiento y de «plantar» una réplica de arma en el auto de los adolescentes para hacerlos pasar como sospechosos y justificar la persecución y ataque policial.

Según fuentes judiciales, esos seis efectivos estarán en la escena para la reconstrucción pese a que están detenidos, y todo se hará sin que tengan contacto con los chicos víctimas de los hechos.

En tanto, sobre el total de nueve detenidos, el juez Martín Del Viso tiene pendiente resolver la situación procesal de todos los policías.