Con muchísima expectativa y altas dosis de emoción, mañana estrena «Spider-Man: Sin camino a casa»

«Spider-Man: Sin camino a casa», la tercera y esperadísima película protagonizada por Tom Holland en el rol del joven superhéroe arácnido, que esta vez debe enfrentarse a un evento que provoca el encuentro con personajes de las anteriores entregas cinematográficas del Hombre Araña, llegará a partir de mañana a los cines con una propuesta a pura acción y emoción para dar continuidad a la gigante franquicia de Marvel.

El filme desembarcará en todas las salas del país luego de lo que fue quizás una de las mejores campañas publicitarias y en redes sociales de la saga, que hace meses tiene en vilo a millones de seguidores y seguidoras de todo el mundo con sus ya tradicionales especulaciones y enormes expectativas a la orden del día. Es que desde la presentación de su primer tráiler en agosto pasado, que confirmó que villanos clásicos de Spider-Man como el Doctor Octopus, el Duende Verde y Electro serían parte de la historia, el ejército de fans enloqueció con la colisión entre las distintas propuestas que llevaron a la pantalla grande al querido héroe.

Dirigida por Jon Watts, la cinta retoma el final de su antecesora, «Lejos de casa» (2019), cuando Peter Parker (Holland) es desenmascarado por los medios de comunicación en plena vía pública de Nueva York, poniendo término a su anonimato. Fuera de traerle alguna fortuna o consecuencia positiva, el descubrimiento de la identidad del «amigable vecino» sólo genera problemas: él, su familia y amigos son el nuevo blanco de las fuerzas de seguridad y deben resguardarse y enfrentarse al escarnio de buena parte de la ciudadanía, que lo considera un peligro para la sociedad.

En ese momento, el desesperado joven recurre a otro ya viejo conocido del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), Doctor Strange (Benedict Cumberbatch), a quien convence de llevar a cabo un hechizo que borre todas las memorias de la humanidad sobre él y su vinculación a Spider-Man. Sin embargo, la riesgosa jugada no sale como lo esperaba, y desde ese momento se desata el caos definitivo que trae a la línea espacio-temporal del protagonista a los temibles Octopus (Alfred Molina), Duende Verde (Willem Dafoe), el Hombre de Arena (Thomas Haden Church), Lagarto (Rhys Ifans) y Electro (Jamie Foxx).

Los icónicos enemigos aparecen en este universo provenientes de las exitosas películas realizadas en dos sagas distintas por los cineastas Sam Raimi y Marc Webb, la primera de ellas -una trilogía- entre 2002 y 2007, con Tobey Maguire en el papel principal; y las dos cintas siguientes de 2012 y 2014, con Andrew Garfield en la piel de Peter Parker. Es así que al ver cara a cara al «último» Spider-Man sin reconocerlo, y al recordar que antes de sus viajes interdimensionales estaban a punto de ser vencidos en manos de sus respectivos Hombres Araña, el grupo de villanos decide aprovechar la oportunidad para seguir causando destrucción a su paso.

Para hacerle frente a semejante combinación de antagonistas, el más joven de los superhéroes de Marvel deberá poner en práctica todas sus habilidades y sus aprendizajes junto a Los Vengadores al máximo, con la siempre infaltable ayuda de su amigo Ned (Jacob Batalon) y de su novia, MJ (Zendaya). Su tía May (Marisa Tomei) y el simpático agente «Happy» Hogan (Jon Favreau) repiten también sus personajes en esta entrega, que además cuenta con el ganador del Oscar a Mejor actor de reparto J. K. Simmons como J. Jonah Jameson, el conductor del noticiero que tiene a Spider-Man entre ceja y ceja y que, tras ocupar ese papel en los títulos de Raimi, ya había vuelto al rol en «Lejos de casa».

Tal vez la más cargada de entretenimiento y sin dudas la más emotiva hasta la fecha, «Sin camino a casa» consigue apelar con eficiencia y calidez a todos los públicos que tuvo el adolescente arácnido en sus apariciones en cine, valiéndose del particular tono humorístico que siempre acompañó al héroe en la pantalla grande y que explotó aún más desde su inserción en el UCM. El momento de su llegada a las salas la ubica además como un sólido puente narrativo entre los ambiciosos e integrales relatos que Marvel construyó primero alrededor del equipo de Los Vengadores durante 11 años y, desde el año pasado y con miras al futuro, sobre un enloquecedor multiverso con el que la compañía intentará sostener su fiel séquito de devotos y su estratosférico éxito comercial.