Shanice Martin, una joven madre de 24 años, fue condenada a 30 años y cadena perpetua por haber degollado a su hijo de 6 años y a su hija de 2 en la esquina de Brook Avenue y Washington Avenue, Bronx, Estados Unidos, el 27 de abril de 2019.
El hermano de la mujer había contado que tenía problemas de salud mental y que se negaba a tomar la medicación. “Cuando la tomaba era un ángel, pero cuando no era otra persona”, detalló a los medios locales tiempo atrás.
Según pudieron reconstruir los investigadores y fiscales, gracias al testimonio de los vecinos y algunas cámaras de seguridad de la zona, Martin había discutido con el nene, Tyzavier Martin, y en un segundo sacó un cutter de su bolso y le corto el cuello a él y a su hermanita de 2 años. Creyendo que los había matado, escapó dejándolos tirados en la calle.
Los vecinos de la zona que vieron la aterradora escena llamaron de inmediato a la policía y a la ambulancia que los trasladó al Hospital Presbiteriano, en donde los atendieron y horas más tarde fueron dados de alta.
Por su parte, la mujer, tras varias horas fugitiva, se presentó en la comisaría del distrito 42, completamente cubierta de sangre y con el arma con el que había atacado a los nenes, confesó el crimen y según fuentes policiales les dijo: “Adelante, arréstame”. Desde aquel día permanece arrestada.
Desafortunadamente, dos meses después de aquel terrible ataque, el Tyzavier se descompensó en el colegio y murió. “Comenzó a salir sangre y espuma de su boca”, aseguró un testigo.
Según se supo tiempo más tarde, el pequeño de 6 años murió a causa de las heridas que le infligió su madre. “Asfixia debido a la obstrucción de las vías respiratorias por un granuloma laríngeo que complica la herida en el cuello”, explicó uno de los investigadores.
Tras la muerte de Tyzavie, Shanice fue imputada por asesinato en segundo grado e intento de asesinato en segundo grado. En mayo de 2024, un jurado la declaró culpable de ambos cargos y, este miércoles, el juez de la Corte Suprema del Bronx, Laurence Busching, la condenó a sentencias consecutivas de 20 años de cadena perpetua por el primer cargo y 10 años por el segundo.