El fiscal lo acusa «homicidio agravado por el vínculo» de su mamá en concurso real con el «homicidio agravado criminis causa» de su hermana.
El hombre detenido por el crimen de su madre y de su hermana, quienes fueron asesinadas al ser atacadas con una katana el fin de semana en una casa de la localidad bonaerense de General Pacheco, confesó este jueves ante la Justicia haber cometido los homicidios pero dijo que se defendió de un ataque por parte de ellas.
Se trata de Daniel Adrián Derderian (45), quien esta tarde fue indagado por el fiscal José Ignacio Amallo que lo acusó por el «homicidio agravado por el vínculo» de su madre Elsa Margarita Suárez (66), en concurso real con el «homicidio agravado criminis causa» -es decir, matar para ocultar el anterior delito-, en perjuicio de su hermana Sofía Elsa Aurelia Chaparro (30).
La autopsia
La médica forense que realizó las autopsias de las mujeres asesinadas describió en un informe preliminar al arma que provocó todas las lesiones de las víctimas como «un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable» compatible con la katana secuestrada en la escena del crimen, informaron fuentes judiciales.
Con esa descripción, Amallo dio por confirmado que la katana hallada ensangrentada y con cabellos adheridos en la escena del doble crimen, fue el arma homicida empleada.
La médica de la Policía Científica de San Isidro que el martes 13 hizo ambas necropsias, Andrea Ballarini, le remitió al fiscal informes preliminares de esas autopsias, donde describe a grandes rasgos el estado del cadáver, las lesiones y la causal de muerte.
En el caso de Suárez, la mayor de las víctimas, la mujer fue degollada y, al describirlo, la forense señala que «se destaca una lesión única en región cervical posterolateral de aproximadamente 21,5 centímetros de diámetro donde se observa la sección de planos cutáneos, musculares y la sección de paquete vasculonervioso cervical izquierdo».
«Puede inferirse que las mismas fueron infringidas desde arriba hacia abajo y desde adelante hacia atrás, con un elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable», agregó la profesional y explicó que la causa de muerte fue «una hipovolemia por una hemorragia masiva con el consiguiente shock hipovolémico».
Sobre Chaparro, hija de la anterior, la forense describió múltiples lesiones de arma blanca en la cabeza, hombros, codo, muñecas, brazos, manos y dedos, muchas de ellas, de defensa ante generadas por la resistencia de la víctima.
«Se destacan lesiones de bordes nítidos y limpios, sin puentes de tejido residual entre los mismos en región de cuero cabelludo a nivel frontotemporal derecho con exposición de tejido óseo subyacente con solución de continuidad, occipital derecho, región cervical posterolateral derecha comprometiendo región auricular ipsilateral», reveló el informe al describir un corte pronunciado en el lado derecho de la cabeza que deja expuesto el cráneo, que afectó la oreja del mismo lado y hasta una zona del cuello.
También describió lesiones «en ambos hombros, cara posterior de brazo derecho, cara anterior de antebrazo derecho, cara posterolateral de antebrazo izquierdo, cara palmar de dedos de ambas manos» y «lesiones compatibles con fracturas expuestas en región olecraniana derecha (codo) y de muñeca izquierda, con sección de planos musculares y vasculonerviosos».
Aquí también señaló que las lesiones fueron provocadas por el mismo «elemento de punta aguzada, doble filo y largo considerable», descripto en la otra autopsia y agregó que «las lesiones observadas en miembros superiores se corresponden probablemente a un mecanismo de lucha y/o defensa».
En ambos casos, en función del estado de putrefacción observado y de la fauna cadavérica hallada en los cuerpos, la forense calculó la data de muerte en «entre 5 a 7 días» desde el momento de la autopsia realizada el martes último, lo que daría que murieron entre el martes 6 y el jueves 8 de febrero.
Sin embargo, fuentes judiciales aclararon que se trata de una estimación preliminar, que hay que esperar pericias complementarias y que todo indica que el doble crimen ocurrió unos días después de esa franja temporal, probablemente el sábado 10.
El arresto
Tras estar dos días prófugo, Derderian fue detenido ayer por la tarde en la plaza de Garín, ubicada sobre el bulevar Presidente Perón por efectivos del Gabinete Táctico de Operaciones de General Pacheco, Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) Tigre y DDI San Isidro.
Los policías lo pudieron localizar en función de datos obtenidos de testimonios, imágenes de cámaras de seguridad y, sobre todo, por la geolocalización y las antenas de un celular con el que el sospechoso realizó un par de llamadas a una allegada, que lo ubicaban desde el día anterior en Garín.
El acusado llevaba un bolso en el que le secuestraron cuatro cuchillos de grandes dimensiones -uno de ellos similar a un machete-, un aerosol insecticida, una botella de gaseosa de medio litro con nafta en su interior y dos teléfonos celulares.
De acuerdo con lo reconstruido por los investigadores, el doble crimen fue cometido el sábado, tras el cual, el sospechoso huyó en una de las tres bicicletas que había en la casa, aunque poco después la abandonó en un supermercado chino de General Pacheco para seguir la fuga a pie por Benavídez, donde quedó registrado en las cámaras municipales.
Luego, abordó un colectivo de la línea 60 en dirección a Escobar, añadieron los voceros.
El hecho fue descubierto el lunes por la noche en una casa situada en la calle Aguado al 600, en General Pacheco, donde efectivos de la comisaría 2da. de Tigre encontraron en el patio de la vivienda el cuerpo de Suárez y de su hija Chaparro, quienes hacían trabajos de costura y arreglos de ropa.