El vasco dijo presente en el estadio Pedro Bidegain y se transformó, en el último día posible, en futbolista de los Gauchos de Boedo.
Iker Muniain se convirtió en oficialmente en jugador de San Lorenzo. El ídolo de Athletic Club de Bilbao dijo presente este viernes por la tarde en el estadio Pedro Bidegain y firmó su vínculo con los Gauchos de Boedo, con duración hasta diciembre del 2025.
El enganche de 31 años firmó en las oficinas del club y estuvo acompañado por Marcelo Moretti, su agente y por Richard Willmott, hombre clave para que la operación llegué a buen puerto. De esta manera, la leyenda del equipo insignia del País Vasco se se convierte en nueva cara de Boedo, continuando el legado de sus coterráneos como Ángel Zubieta e Isidro Lángara, este último siendo homenajeado por el propio Muniain en su introducción oficial en las redes oficiales del club.
Muniain se realizó la revisión médica el miércoles y su firma se dilató debido que recién este viernes se confirmó que San Lorenzo levantó las inhibiciones por parte de Cristian Zapata y Fabricio «Tito» Formiliano, lo que impedía registrar al ex-Selección de España.
De esta manera, no solo Muniain comienza su ciclo en Boedo sino que rápidamente planea incorporarse al plantel de Leandro Romagnoli. Sin importar que su último partido fue en mayo, el vasco entrenará doble turno este fin de semana en la CIudad Deportiva y se trazó como meta poder estar ante Vélez como posible alternativa desde el banco, pese a su extendida inactividad.
Muniain, de 31 años, viene de jugar 15 temporadas en el Athletic Bilbao, uno de los equipos históricos de La Liga y club con el que ganó la última Copa del Rey tras 40 temporadas de espera. En total jugó 560 partidos, en los que hizo 76 goles y dio 70 asistencias. El vasco, que tuvo la intención inicial de jugar en River, club que no mostró interés en él, fue ofrecido en el Ciclón y desde Boedo no dudaron. Hubo reunión la semana pasada con Marcelo Moretti y Leandro Romagnoli y tras su vuelta a España se terminaron de pulir detalles para su arribo. Priorizando la chance de jugar en el fútbol argentino por sobre otras ofertas mucho más importantes desde lo económico.